Madrid, o el agujero sin fondo

telecinco.es 03/06/2013 11:15

Lo siento, pero una semana más me veo obligado a volver con el tema de la conservación de las carreteras y calles de nuestras ciudades y más concretamente de Madrid.

Definir el asfalto de las calles de Madrid no es fácil. Es más, yo diría que lo único que me viene a la mente es “horrible”. Y como lo mejor siempre es aportar datos, comencemos:

Entrada por la Nacional 6 y más concretamente la llegada a Moncloa. Asfalto reventado, agujeros de profundidad indefinida y un pavimento que invita a irte al suelo al menor descuido. Esto es lo que se encuentra cualquier usuario de un vehículo de dos ruedas cuando llega a esa zona de Madrid.

Pero todavía hay más, porque recorrer la calle de la Princesa hasta Plaza de España se ha convertido en un simulacro del Dakar, y para que hablar de la Gran Vía de Madrid. Una avenida emblemática donde las haya, con centenario incluido y unos agujeros dignos de la cara oculta de la luna.

Podría seguir con la calle Alcalá, Castellana, Legazpí, Embajadores, Barrio de Salamanca, Usera, o cualquier otra zona o barrio que os venga a la memoria y el resultado es el mismo: al ayuntamiento le importa un comino si los usuarios de los vehículos de dos ruedas sufren, se caen o revientan sus máquinas.

En Madrid no se hace mantenimiento del asfalto desde hace al menos dos años. Y puedo entender que haya crisis o que me digan que hay poco o nada de dinero en las arcas municipales, pero cuánto vale la vida de un solo madrileño. Pues para mi está claro: no tiene precio.

Y mientras esto sucede a diario, nadie toma medidas. Todo el mundo se hace el loco y únicamente suelta un “taco” cuando uno de estos baches nos revienta la horquilla y compromete nuestra estabilidad. Esta es la realidad de la circulación urbana en la Capital de España. Un agujero tras otro. Una irregularidad tras otra que en ocasiones se combina con un magnifico paso de cebra con pintura deslizante que convierte giros como el de Alonso Martínez en un auténtico festival de cruzadas.

Pero da lo mismo. Si te caes eres una cifra. No se buscan las causas porque a nadie parece interesarle. Bueno a mí sí porque ahora cada vez que voy en moto estoy más preocupado de que uno de estos agujeros no me trague que de los vehículos que circulan a mi alrededor.

En fin que os voy a contar que no sepáis. Esto es España y esta es una más de las realidades cotidianas que nos rodean, pero cómo echo de menos la “Operación Asfalto” que se realizaba todos los veranos en Madrid. ¡Qué lastima!