Por Ruth Méndez
Los de la muda The artist, anoche, recuperaron el habla... Gritaron a los cuatro vientos sus cinco premios gordos (mejor actor, película, director, banda sonora). Hasta el perro, con pajarita, dijo: ¡GUAU!. ¡¡Qué mal lo ha debido de pasar el pobre Uggie Porque la extremada delgadez, un año más, desfiló por la alfombra roja. Angelina Jolie tuvo que enseñar varias veces su ilustre patita Angelina Joliepatita por debajo del Versace para demostrarnos que aún esconde algo de chicha. George Clooney llegó con la sonrisa y el smóking de siempre pero con nuevo accesorio: su novia. Michelle Williams se habrá quedado sin premio, pero el de la mejor vestida es suyo. Con su Louis Vuitton rojo anaranjado, su clutch fucsia y su corte a lo chico derrochó personalidad y ángel. Le pisó los talones Gwyneth Paltrow, la elegancia en persona, con un Tom Ford asimétrico, blanco e impoluto. Muy guapas también y de colores nude Rooney Mara, reconvertida en princesita con flequillo, y Milla Jovovich de Elie Saab. Y muy favorecida Olivia Spencer. A la pelirroja Jessica Chastain le han salido imitadoras: Berenice Bejo y Viola Davis se han teñido de rojizo. Hablando de pelos, el cambio de look de Penélope Cruz ha sido muy comentado. Apostó por un peinado muy de Grace Kelly que, para mi gusto (y eso que soy fan incondicional), no le sentaba del todo bien, parecía mayor. Jennifer López ha sido muy criticada por su vestido transparente y provocador. A mí siempre me parece excesiva pero se agredece algo de curvas entre tanto palo. El capítulo de desastres lo reservo para Cameron Díaz (más protagonista de La Máscara que nunca) y Melissa McCarthyque de rosa palo parecía la cerdita Peggy.
Por primera vez una peli de fuera, muda y en blanco y negro conquista Hollywood de esta forma. Dujardín, un forastero, se atrevió, como Roberto Benigni, a hacerse con el premio de mejor actor. Se lo ha arrebatado a dos estrellas de casa: Pitt y Clooney (para mí el que realmente se lo merecía por bordar a un tipo normal en Los Descendientes). Meryl Streep, La Dama de hierro, se puso como un flan. Llegó vestida de Óscar y se lo llevó (después del teatrillo de turno). El eterno maestro de ceremonias, Billy Crystal, soso, comedido y relleno de bótox. Lo mejor, los discursos de la mejor actriz secundaria, Olivia Spencer por Criadas y Señoras, y de Christopher Plummer, el octogenario más joven. El veterano actor ganó por su papelón en Principiantes y le dedicó el premio a su esposa por rescatarle de la vida cada día.
Los españoles de vacío... La mejor peli extranjera fue la iraní A separation (justo, la que perdió contra La Piel que habito de Almodóvar en los Bafta). Que hayan ninguneado a El árbol de la vida, pues no me sorprende. Que el Hugo de Scorsese haya arrasado en las categorías técnicas, tampoco. ¡Au revoir a Los Óscar 2012!
