Amanda, mi mascota del Bolo para 2009

telecinco.es 02/01/2009 12:26

No sé si al final lograron su propósito pero desde luego en mi caso les fui totalmente fiel: comí las uvas de Obama.

comelasuvasconobama.org es una organización española que pretendió que el nuevo hombre-esperanza, hiciera ese ritual que para muchos de nosotros es imprescindible la noche del 31 de Diciembre. Me gustó mucho la idea y me uní a su propuesta de la mano de los concursantes que aún viven en la casa de Guadalix de la Sierra. Tomé las uvas viéndoles en directo por Internet!

Esa noche uno se propone dedicarle cada uva a pensar en algo o alguien y luego a duras penas logra no atragantarse.

Las uvas de Obama eran gordas y muy dulces. Ojalá sean un símbolo de lo que logre hacer con el poder que le han dado tantos votos.

John Carlin, un periodista de pura raza que escribe en El País, publicó el pasado Domingo un texto sobre el nuevo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica que os recomiendo; seguro que lo podéis rescatar por Internet.

Cuando la vida te permite ver realizada una justicia histórica, hay que pararse y disfrutar lentamente de ese momento. Al padre de Obama le quisieron sacar de un bar al grito de negrata (nigger) hace demasiados pocos años y mira lo que tenemos delante...Será difícil, muy difícil pero estamos en manos de una cabeza pensante y eso es ya un gran paso, aunque suene a exageración. Cuando leáis a Carlin, me entenderéis mejor.

Amanda es mi mascota del Bolo para este 2009. Me derrito con esta foto. Me produce tanta ternura y me provoca una sonrisa tan agradable mirarla que quiero compartir ese momento con todos vosotr@s. Tuvimos a "Bolo", nuestra mascota de nacimiento que sigue siendo parte de nosotros pero ahora tendrá compañía con esta leoncita roba corazones.

Os escribo mientras el AVE me lleva a Barcelona al entierro de una persona muy querida que ha formado parte de mi vida desde que nací. Mi tía Lourdes Vidal Ribas murió el pasado 31 de Diciembre acompañada por sus hijos y una doctora generosa que la ayudó a pasar sus últimas horas en paz.

Justo lo contrario de lo que hicieron todos los médicos que durante meses la tomaron por loca y no pensaron ni por un momento que aquella mujer que se quejaba de terribles picores en todo su cuerpo estaba muriéndose de cáncer sin que ninguno, absolutamente niguno de los cuatro que la trataron se dieran cuenta de nada. Hoy no soy capaz de perdonar tanta ignorancia, sinceramente. "Descansa ahora con Ana Tía Lourdes y cuida de todos nosotros desde donde estés"

El tren se está convirtiendo en un método de transporte cada día más querido para mí. Siento muchísimo dar el salto a mis amigos del puente aéreo pero las cualidades de Renfe, en estos momentos, hacen que prefiera un vagón a un avión. Tranquilidad, puntualidad absoluta, silencio (cada día menos interrumpido por los móviles) y una mesa con un enchufe donde puedes usar tu tiempo como si estuvieras en tu propio despacho. Suelo aprovechar para comer y así ya ni ese rato pierdo. Os lo recomiendo fervientemente.

Termino con un nuevo libro para nuestra Biblioteca. Se trata de 'Un hombre afortunado', de John Berger, en la editorial Alfaguara. Es la historia breve de un médico vocacional, entregado a sus pacientes.

Valga este testimonio para compensar a los doctores que no se enteran de que tienen delante a enfermos que les dirían mucho de lo que necesitan saber, si se pararan a mirarlos a los ojos.