Es curioso que hasta alguno de vosotros caiga en lo que tanto nos critican a los que trabajamos en televisión.
Medir las audiencias es la única forma que se conoce hasta ahora para saber si estamos acertando en el programa que hacemos, pero es una acusación muy común oír que estamos obsesionados y sólo trabajamos en función de ese resultado.
Ahora uno de vosotros me dice que reflexione sobre el número de comentarios que me habéis mandado desde que se estrenó este blog.
Me recrimina que trate temas que más parecen de una iglesia o una ONG. Siento que así lo veas y te advierto que es mejor que no te molestes en contar los comentarios porque sea uno o sean cien, para mí son un regalo que agradezco personalmente a cada persona que se molesta es escribirlos.
Este blog no nació para tener un número de comentarios que le permitiera vivir. No es un programa de televisión. Mis jefes lo saben y así me siento yo. Si un post genera mas comentarios estupendo, si genera menos también.
Y hablando de ONG´s y de iglesias, quiero aprovechar para decir que siempre que pueda ayudaré a transmitir un mensaje que pueda servir a alguien y también denunciaré el malestar y la indignación que me provocan las altas jerarquías de la iglesia católica cuando invaden las normas de una sociedad libre como la nuestra.