Todos tenemos un tomate preferido. Cada rincón de España considera que sus tomates son los mejores. Cada español te invitaría a tomate, a poco que pudiera.
Pues bien: estoy dispuesta a presentarme a un concurso con los tomates de Cándida porque tengo serias posibilidades de ganarlo. Esta gallega afincada en una isla del Mediterráneo cuida su huerta con tanto esmero que no es de extrañar que todo lo que sale de esa tierra te haga mirar al cielo y bendecir cien veces todos los cuidados que ella ha puesto.
Hoy os regalo esta foto con los tomates recién cogidos de esas matas que se doblan por su peso. Esas matas que cuando al atardecer han recogido todo el sol intenso de un día de agosto, huelen a antiguo, huelen a eso que ya no sabemos ni que existe como diría mi ex marido. Disfrutadlos y atreveos a competir conmigo.
Mañana o pasado os hablaré de un inglés que hace 40 años llegó a esta isla y montó un restaurante en medio del campo. La gente esperaba todas las horas que hicieran falta para que les diera de comer. Se sentaban en el suelo, en las paredes, en cualquier rincón; sabían que no había otro lugar donde ir. En ese momento esta isla aún no tenía aeropuerto, los turistas eran seres de otro mundo y los coches se podían contar con los dedos de dos manos.
Digo que os hablaré de él porque le conocí al acercarme a esa casa de campo con la bici siguiendo la estela de estas indicaciones: "El Sereno". Me gustó tanto ese nombre que pensé que también me gustaría quien estuviera tras el. Así fue.
Mañana, como os dije, estaré en Madrid para presentar en una rueda de prensa nuestro "Bus del Casting GH10". Para abrir boca os diré que mi jefa de la web, Ana Bueno, me confirmó ayer que las 24 horas de vida de la casa se podrán ver también en la página de telecinco.es. ¿No os parece una gran noticia?
Pues celebrémoslo con un tomate maduro con su chorrito de aceite de oliva virgen y un vasito de vino rosado, "La Rosa", de Raventós Blanc. Va por vosotros!