El terremoto en el centro de Italia, con epicentro en L’Aquila, la excepcional villa medieval montañosa en la zona de Abruzzo ha provocado grandes destrozos y pérdidas de vidas humanas. Hasta ahora casi 200 personas han muerto.
Hay más de 100.000 personas desplazadas de sus casas. Lo han perdido todo. El resto del mundo hemos perdido, además, una gran cantidad de tesoros artísticos. No es nuevo. Ya en 1997 en el terremoto en la Umbría y en Las Marcas provocó grandes destrozos en la estructura de la Basílica de Asís, reconstruida dos años después.
En la zona más afectada los destrozos son totales. Tesoros artísticos de L'Aquila, como la catedral, la Fortaleza Española o la basílica de Santa María di Collemaggio han sufrido daños muy importantes. Muchos de ellos se han derrumbado, al menos, en parte.
La catedral, con pinturas del siglo XVII y XVIII ha sufrido daños ingentes tal y como recogen las agencias de noticias. Las fotos tomadas tanto desde el aire como en tierra dan muestras del desastre. Tanto una parte del techo como una de las naves laterales se han venido abajo.
El transepto de Santa María di Collemagio se ha derrumbado. Y la Fortaleza Española, que data de la época del Reino de Nápoles, como parte de la Corona Española desde el siglo XVI al XVIII, también ha sufrido destrozos.
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