Después de la expulsión

Paul Pen 17/06/2016 09:32

Abandonar Cayos Cochinos porque así lo decide la audiencia supone para los supervivientes poner fin a su concurso, decir adiós a la posibilidad de alzarse con la victoria. Sin embargo, los expulsados aún pasan varios días más en Honduras antes de regresar a Madrid, y el equipo cuenta con dos personas dedicadas específicamente a encargarse de ellos durante ese período.

Tras su expulsión, los concursantes son trasladados en helicóptero al mismo hotel en el que nos alojamos el resto del equipo. Allí los recoge uno de esos redactores, que acompañará al superviviente en todo momento durante el resto de su estancia en Honduras, también en el viaje a España, e incluso el tiempo que permanezca el expulsado en Madrid antes de ser recibido por Jorge Javier en la gala del jueves (en la foto que ilustra esta entrada, el redactor acompaña a Mario en su regreso a España). Puede que quien sale de concurso deje de estar vigilado veinticuatro horas por nuestras cámaras, pero eso no significa que recupere su libertad ni la comunicación con el exterior (el contacto con el equipo se mantiene al mínimo y el concursante no tiene acceso a ningún teléfono, ordenador, o conexión a internet).

Los días que los supervivientes eliminados pasan en el hotel son, básicamente, días de descanso, piscina, y readaptación a la vida normal, aunque sí grabamos con ellos, todavía, algunos vídeos más: la primera llamada a un familiar o la primera vez que se miran al espejo después de su supervivencia.

Según me cuenta uno de los redactores que se dedican a acompañar a los expulsados, los supervivientes tardan días en regular sus horas de sueño y siguen funcionando con horario solar, como si estuvieran en el cayo. Las primeras comidas las hacen cumpliendo una dieta marcada por el médico del programa. Además, el colchón se les hace extraño después de tanto tiempo durmiendo en el suelo y suelen tener problemas con la ropa que traían en la maleta, debido el cambio físico que experimentan. En el momento de escribir estas líneas, es Dulce quien disfruta en el comedor del hotel de su primera cena tras salir del concurso.