Que nadie tenga miedo a pasear entre lápidas. Algunos cementerios dan mucha paz y tranquilidad. Sé que puede parecer excéntrico, pero hoy os voy a llevar de paseo por uno de los cementerios más espectaculares que existen en Europa. A ratos más parecen los jardines de un palacio que un camposanto. Venid, estamos entrando en el cementerio de Mirogoj, en Zagreb.
Es el lugar de descanso más importante de toda la ciudad. Hasta que fue contruído, Zagreb tuvo hasta una decena de cementerios provisionales. Solo así se entiende que su construcción fue algo que se tomaron muy en serio. El resultado es un monumento que todavía hoy conviene visitar. Las impresionantes arcadas y sus sorprendentes cúpulas son obra del arquitecto Herman Bollé que está enterrado en la parte más noble del camposanto.
En el sitio huele a flores y se oyen los pájaros. Me cuentan que los croatas son personas muy religiosas y que no es raro verles llegar hasta aquí para dar un paseo por las calles de Mirogoj. Aquí descansan personas de todas las religiones. Sin distinción.
Y cuenta con un parque y una galería de arte al aire libre que expone con frecuencia. Vamos, que el tránsito de gente es importante. Uno de los sitios más visitados es el del primer presidente de Croacia, Franjo Tudman. Una figura controvertida para algunos por su imperfecta transición del Comunismo a la Democracia, y venerada para otros.
Polémicas aparte, os toparéis con su tumba casi sin buscarla y la reconoceréis rápidamente. Hay flores todos los días de la semana.