Miami es un paraíso solo empañado por los huracanes que de vez en cuando azotan la ciudad sin piedad…Pero cuando ese momento pasa, y vuelve a salir el sol, la capital de la Florida se convierte en un lugar idílico para disfrutar de unas buenas vacaciones y dedicarse tiempo a uno mismo, eso que tanta falta nos hace tras un año agotador. Aquí van algunas ideas para recargar las pilas.
BAÑO EN EL BILTMORE
Es conocido como el hotel en el que se alojaba largos periodos Al Capone, pero en realidad se trata de un espectacular edificio que refleja el sueño de Georges Merrick, un constructor visionario que hizo de ‘Coral Gables’ uno de los lugares más glamurosos y caros de todo Estados Unidos.
El Biltmore destila personalidad y grandeza nada más traspasar su puerta: techos abovedados, murales en las paredes y hasta enormes jaulas con aves gigantes que hipnotizan al huésped. Por aquí han pasado los clientes más famosos y poderosos del Planeta. Hubo una época en la que todo el que era alguien se alojaba en este fabuloso complejo en el que presidentes y actrices se cruzaban a la hora del desayuno. Lo conoce especialmente bien el ex presidente Bill Clinton que adora jugar al golf en el campo adyacente. Pero quizá su visitante más ‘ilustre’ y mediático fue Al Capone, cuya suite sigue estando habitualmente ocupada por el módico precio de 2000 dólares la noche.
La otra gran atracción del Biltmore es su piscina, la más grande de todo Estados Unidos. Tarda en llenarse una semana, aunque su historia más impactante es la de todas las estrellas de Hollywood que han nadado en sus aguas. La más conocida es el Tarzán más famoso de la historia, Johnny Weissmüller, que fue empleado del hotel y que practicó con ahínco en esta pileta para conseguir las 5 medallas de oro y una de bronce que obtuvo en los Juegos Olímpicos. Era un hombre especialmente atlético, medía casi 2 metros y llegó a establecer más de 60 récords mundiales de natación, que sin embargo gozaba de gran popularidad entre la clientela del hotel. Quizá por eso la dirección del Biltmore le perdonaba sus habituales gamberradas nocturnas.
En los espectáculos que se organizaban en esta piscina, Tarzán de los monos no tenía como pareja a Jane, si no a otra sirena de la rutilante época dorada de Hollywood, ‘Esther Williams’ conocida en otros tiempos por sus películas con grandes números de natación sincronizada y recordada entre los más jóvenes como la madrastra de Lorenzo Lamas…
El Biltmore asistió a sesiones memorables en la década de su inauguración, a finales de los 20. Se convirtió rápidamente en un edificio de moda en el que famosos como Ginger Rogers, Bing Crosby, Judy Garland o el Duque de Windsor y su mujer Wallis Simpson encontraban un refugio a su nivel…Ahora que sabéis la importancia de este lugar que también fue hospital militar durante la Segunda Guerra Mundial, vamos a dedicarnos tiempo para descansar en la piscina, de la que ya os he hablado, el gimnasio o el spa. El segundo es un espacio en la planta baja que cuenta con 1.500 miembros durante todo el año, habitantes muchos de ellos de Coral Gables, el barrio más español y uno de los más caros de todo Miami. Entre las actividades añadidas que os ofrecen se encuentran sesiones de TRX. Estas cintas de entrenamiento basadas en el peso de tu cuerpo están revolucionando la puesta a punto de miles de personas en todo el mundo. Son sencillas, efectivas y dicen los entrenadores que una rutina diaria de 30 minutos es suficiente para mantener tu cuerpo y sus músculos en forma…Y tienen una ventaja: se pueden colocar fácilmente en el exterior, así que en el Biltmore os ofrecen la posibilidad de moveros al ritmo de Felipe Alatriste, un experimentado coach que comienza sus sesiones a las 6 y media de la mañana y que os hace sudar la gota gorda con toda la simpatía del mundo.
Después del ejercicio físico seguimos cuidando el cuerpo en el spa, con fabulosos tratamientos de aromaterapia a base de aceites esenciales. Los principios activos llegan directamente al cerebro y consiguen eliminar el estrés que tanto nos acosa. Es un buen ritual para entrar en trance…
DESCONEXIÓN EN EL MANDARIN ORIENTAL
Claro que si se trata de huir del mundanal ruino para centrarnos en nosotros mismos nada como una mañana entre los especialistas de uno de los mayores y mejores hoteles de lujo del mundo. El Mandarin Oriental de Miami goza de una ubicación privilegiada y de unas vistas inolvidables: el ‘skyline’ de la ciudad con sus edificios devorando el horizonte…Hoy vamos a hacer una mañana ‘detox’, un experimento de desconexión de la realidad y de conexión con nosotros mismos que bien hecho te deja levitando, ¡palabra!. Lo primero, entregar nuestro móvil, sí, sí, nuestro inseparable teléfono, ese que a estas alturas nos acompaña hasta el baño. Ya nos hemos despedido temporalmente de la familia, ya saben en el trabajo que durante unas horas no podrán ponerse en contacto con nosotros, y nos separamos de él como quién deja a un hijo para que se lo tengan entre algodones.
Primer paso hasta el abismo interior: una clase de yoga con boles tibetanos o ‘singing bowls’. Sharain Santalla es una jamaicana que reside desde hace años en Estados Unidos. Llegó al Yoga tras un tremendo accidente de tráfico que la obligó a recolocar muchas cosas de su vida, entre ellas, su rutina de ejercicios diarios para curar su cuerpo.
Hoy es una fanática de esta disciplina de la que se ha hecho experta. No sé si lo habéis probado alguna vez, pero estos cuencos tibetanos son mágicos. De varios tamaños, se golpean suavemente para que el sonido penetre en el cerebro relajándolo totalmente. Es sorprendentemente calmante…¡Y una experiencia totalmente inolvidable!... De aquí pasamos a una sesión para colorear algo parecido a los ‘mandalas’ pero con forma de abanico, una actividad terapéutica desde todos los puntos de vista, incluido el emocional (es como volver a ser niña por un rato).
Comida ligera y sana a base de productos dietéticos y alimentos naturales, y finalizamos el día ‘detox’ con un buen tratamiento en el spa con barro y sales para terminar de poner en órbita el cuerpo. Después de una jornada así, os aseguro que seréis otra persona…Y aunque parezca mentira se os hará muy difícil volver a coger el móvil y salir de placentero amodorramiento en el que os sumergiréis.
COMIENDO EN UNO DE LOS MEJORES VEGANOS DEL MUNDO
No sé si habréis tenido la experiencia, imagino que sí, porque está muy de moda, pero en los veganos es difícil comer rico. Se puede comer bien, pero no rico. O por lo menos a mi me cuesta…Es divertido aunque solo sea porque tienes que adivinar con qué alimentos se han hecho eso que llaman en la carta ternera o pollo…Recordad que los veganos rechazan cualquier producto de origen animal, con lo que la lista de alimentos se reduce considerablemente…
En vuestro viaje a Miami hay un establecimiento que no os podéis perder. Su nombre es ‘Crate’ y es el primer vegano del Downtown y uno de los mejores en esta categoría del mundo. Se puede decir sin ningún tipo de duda después de hablar con su creador, un arquitecto italo-español nacido en la República Dominicana de nombre Anselmo di Virgilio Hernández que se convirtió en vegetariano con tan solo 18 años. Su inquietud le ha llevado a recorrer el mundo probando todo tipo de restaurantes veganos hasta que dio con el chef perfecto, Christopher Baugh, un cocinero que ha estado recientemente trabajando en Bali y que proviene de una familia de hippies convencidos. Sus recetas son excepcionales y sobre todo sabrosas. Su carta incluye burritos, hamburguesas y hasta pastrami cocinados con una deliciosa y casi mágica mezcla de vegetales y legumbres…Detrás de la etiqueta de pollo, ¿qué se esconde?. Coliflor…Y ¿tras algunas hamburguesas?, el plato fuerte por cierto del restaurante…Champiñones. Venid y probadlo.
En los postres, otro milagro…Nada de leche, nada de huevos, nada de aceite pero el resultado son unos dulces deliciosos. ‘Crate’ es un lugar de reunión con un ambiente fabuloso y por eso también sirven alcohol…Se trata de que los amigos no duden en venir aquí a pasar un buen rato.
DE COMPRAS EN EL DOLPHIN
Hemos dedicado muchas horas de nuestras vacaciones a cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, ahora toca ponerlo bonito…¡Nos vamos de compras!...Miami es un auténtico paraíso para quién tenga una buena tarjeta de crédito así que las posibilidades son variadas…La zona más turística es también una de las imprescindibles en nuestro recorrido vacacional. Lincoln Road es una calle peatonal que funciona como centro comercial histórico…Podéis encontrar muchísimas marchas americanas y extranjeras y también tiendas de recuerdos. Ropa y complementos en un boulevard lleno de cafés y restaurantes. Es un espacio urbano muy agradable y tranquilo, pero, ¡cuidado!. Es muy turístico y no es el sitio en el que los ciudadanos locales hacen sus compras.
Hay varios mall cercanos para llenar otra maleta, si nos apetece, aunque seguro que el que más os gustará es el ‘Dolphin’. Se encuentra a 20 kilómetros de Miami Beach y es un outlet de marcas donde se llevan a rematar los productos de la temporada que sobran. Compensan todas las americanas: Calvin Klein, Victoria Secret, Ralph Lauren, Ann Taylor, Hollister, Nautica, Guess,…Tienen como mínimo un 30% de descuento aunque en algunos casos pueden alcanzar un 40, 50 o hasta 80% si hay suerte…Los cazadores de gangas se volverán locos.
Lo que más sorprende del Dolphin es el tamaño de sus tiendas: no hay ninguna pequeña. Son metros y metros de expositores en los que el deseo de compra es el protagonista. Con estas dimensiones no sorprende que cualquier mamá se pase las horas muertas dando vueltas toda la mañana como una demente…Sobre todo con el nuevo carrito en el que puedes montar al niño. Tiene Tablet con juegos incorporada, así que los niños, ni se mueven.