Ante la imprevista ausencia de Toya por un problema de salud, Carlota lo solucionó con su plan B. Lydia Lozano. Pelayo debía ser el encargado de cambiarla aunque le costó decidirse ya que Lydia le puso algunas limitaciones: “El pelo lo es todo para mí, ahí podemos discutir”. Finalmente, el estilista aceptó el reto.