Lo que Pelayo le ha explicado a Manuela cuando la visto con sus modelitos de leopardo y encaje es que no tiene que dejar de ser sexy, sino que tiene un concepto de lo sexy bastante equivocado. La intención de Manuela era dejar de ser para los hombres sólo un objeto de deseo, sin renunciar a su sensualidad. Pelayo le ha cortado el pelo, le ha reducido el escote y le ha puesto un buen tacón.