A los 60 años, Charo ha perdido a su hija y ahora es ella quien cuidas de sus nietos. Charo se enfrenta al director de una entidad bancaria para intentar parar la orden de desahucio que pesa sobre su casa. Esta abuela, al perder a su hija, aceptó la herencia de ésta sin saber que sólo recibiría una deuda que, a día de hoy, le es imposible pagar y por la que está en peligro su casa. Charo asegura que antepone dar de comer a sus nietos a pagar una deuda. Juan, director del banco, reconoce que la situación de Charo es muy delicada pero él no puede hacer la vista gorda. Si lo hiciera, tendría que aplicarlo a todos los clientes que tienen una deuda con el banco. Si Charo no paga, el banco la desahuciará. La única opción que le queda a esta abuela es que la ley se ponga de su parte.