Una habitación por un millón

TELECINCO.ES 20/05/2009 10:45

El caso

Mar, la demandante: "Paula y yo nos conocemos desde hace muchos año y éramos buenas amigas. Me pidió 600 euros para solventar una deuda que tenía con el colegio de su hija, que es mi ahijada, y resulta que me he enterado de que se lo ha gastado en reformarle el cuarto a la niña. Me siento engañada y me parece muy fuerte que utilice a una menor para conseguir hacer una reforma en su casa. Como soy su madrina y , por suerte, no tengo problemas económicos, pues se aprovecha de mí y al final acabo cumpliendo todos sus caprichos".

Paula, la demandada: "Yo creo que no tengo que dar demasiadas explicaciones porque cómo administre mi dinero es cosa mía. En principio lo iba a usar para lo del colegio de mi hija pero luego cambié de opinión y le cambié el cuarto porque la niña estaba deprimida y no quería traer a ninguna de sus amiguitas a casa porque le daba vergüenza enseñarles su habitación. Me parece increíble que Mar me haya traído aquí y que me pida el dinero sabiendo que yo no trabajo y que mi marido se ha quedado en el paro".

El veredicto de Gustavo Larraz

Al no haber llegado a un acuerdo entre las partes, el letrado ha dictado sentencia. "Mar, usted puede hacer con su dinero lo que quiera: prestárlo, ahorrarlo o gastárselo pero jurídicamente es una insensata. Le ha dejado el dinero a su amiga sin fijar un plazo ni intereses y eso le ha perjudicado. Yo condeno a Paula a que le devuelva el dinero por fracciones, a 250 euros cada mes y sin intereses".