"Cuando te vi por primera vez, en el aeropuerto de Tel Aviv, con ese mar de arrugas en la cara, me dije que indudablemente tú no tenías no tenías 48 años como habías intentado hacérmelo creer.
Cual sería mi sorpresa al comprobar que no sabías ni siquiera sabías besar. Parecías una pueblerina incapaz de hacer feliz a un hombre.
No me adviertas más guapa, yo tampoco te advierto, te puedo dar una sorpresa a ti y a tus hijos también que lo lamentarán mucho. Yo también sé poner cosas en Internet, cielo. No es una advertencia, es una realidad.
Y para finalizar, te quiero decir que a partir de hoy, 14 de febrero de 2006, te doy diez días de plazo para trasfieras a mis abogados en Tel Aviv la cantidad de 2500 euros.
Eso te hará tanto daño que deberás irte de España, tu hijo deberá renunciar a su puesto de trabajo y sus superiores también recibirán cada uno un sobre. "
Ahora, las tres mujeres afectadas sólo piden justicia. No quieren el dinero que han perdido, simplemente que sea imputado por sus estafas y amenazas.