El acusado respondía con frialdad al juez en el juicio, tenía 17 años y fue condenado a ocho de internamiento y a cinco más de libertad vigilada. Ahora el Juzgado de Menores de Madrid revisa su situación y el joven podría pasar un régimen semiabierto que le permitiría salir al a calle. La familia de la víctima se opone rotundamente.
Ya el año pasado, la familia de la víctima pasaba por un duro trance, ya que El Rafitaotro de los asesinos de Sandra, abandonaba el centro de menores y ahora cumple condena en régimen de libertad vigilada en algún punto de España fuera de Madrid. La familia de Sandra Palo espera que la historia no se repita y que Ramón permanezca recluido.
Además, los psicólogos desaconsejan la puesta en libertad de Ramón Santiago porque tiene un alto grado de reincidencia al no haber asumido las consecuencias de aquel crimen que cometió, crimen que sigue justificando con la misma frialdad con la que habló en su juicio.