¿Habrá boda en la Casa de Alba?
TELECINCO.ES
08/10/200811:42 h.En una entrevista realizada para la revista '¡Hola!', la Duquesa se muestra contundente: "No hay boda". A sólo unas semanas de que dejara entrever que podría haber boda a la vista, Cayetana lo niega. Su amistad continúa siendo "entrañable", pero no está en sus planes sellar su unión eclesiásticamente. Una afirmación que sume aún más en la confusión a la prensa.
Un día después de que saliera a la luz un comunicado firmado por los seis herederos de la Casa de Alba, en el que aclaraban que no se estaban llevando a cabo trámites legales para incapacitar a la Duquesa, parece que esta ha querido poner freno a todos los rumores para no 'caldear' aún más el ambiente.
Sin embargo, el viaje que realizarán juntos Cayetana y Alfonso Díez en noviembre sigue en pie y hay quien dice que sería tan sólo una tapadera para celebrar su boda en secreto. ¡Como en los cuentos de hadas! Jesús Mariñas, por otro lado, deja entrever en un artículo escrito para el periódico 'ABC' que circulan ciertas informaciones que refutarían la unión. "Circula el rumor de que Cayetana podría casarse mañana mismo (jueves 9 de octubre), con Alfonso Díez en el templo Sevillano del Cristo de los Gitanos", apunta el periodista.
Por otro lado, amigos íntimos de la Duquesa de Alba, como la Condesa de Romanones, aseguran que preferían que esta no se casara. Parece que Alfonso Díez no sólo despierta recelos entre sus hijos.
La herencia de Alfonso Díez, en caso de boda y posterior viudez
La posible boda entre la Duquesa de Alba y el empresario, una persona carente de título nobiliario, es especialmente polémica debido a la herencia. Si la ceremonia se llevara a cabo, y teniendo en cuenta que la Duquesa es una mujer mayor, Alfonso Díez podría disfrutar de los bienes de la Casa de Alba una vez que esta muriera.
Si se casan en régimen de separación de bienes, que sería la forma más sensata, y Alfonso Díez enviudara, le correspondería el usufructo de un tercio de la herencia de todo lo que no forme parte de la Fundación Alba (como el Palacio de las Dueñas). Dicho usufructo podría ser conmutado por dinero. Las cantidades deberían ser acordadas con los hijos de la Duquesa, o en su defecto, por un juez.