Los familiares de Marta del Castillo vuelven sobre cada detalle sucedido la noche en que desapareció la joven. Aunque es inútil cambiar el pasado, no pueden evitarlo. Por eso, la noticia de que a partir de mayo comenzará a funcionar el registro unificado de desapariciones, gracias al que no habrá que esperar 24 horas para comenzar a buscar a un desaparecido, ha sido muy bien acogida.
Para Eva Casanueva, la madre de Marta, las cosas podrían haber sido diferentes si esta medida ya estuviese en funcionamiento el pasado mes de enero. "Lo pasamos mal porque mi marido puso sobre las dos de la mañana la primera denuncia, la amplió a las cinco con unos testigos que eran amigos de mi hija y dos adultos que eran padres de amigos", explicó en una entrevista en directo con 'El programa de Ana Rosa'. Por entonces ya tenían ciertas sospechas. "Quizá si un coche patrulla hubiese pasado por la casa (de León XIII) algo hubiera cambiado", estima.
Sin embargo, se confiesa "satisfecha porque ahora los padres de otros niños que desaparezcan no tendrán este problema".
La investigación
Todavía en casa, porque asegura que necesita coger fuerzas para volver a trabajar, la madre de Marta manifiesta su confianza en la investigación y la Justicia, aunque los cambios de declaración de los sospechosos y la búsqueda infructuosa en el vertedero no son halagüeñas.
"Yo ya no sé que creer, si puede haber más gente implicada....", relató a Ana Rosa, aunque con lo que sí fue tajante fue con su rechazo a la petición de Francisco Javier, uno de los imputados, a someterse a la prueba del polígrafo. "A mi me da que pensar que, como son maestros en la mentira, son capaces hasta de engañar a la máquina. De cara a la opinión pública le puede dar una validez si es capaz de engañar a la máquina", se sinceró.
La primera versión
Tampoco sabe que pensar sobre los cambios de declaración respecto a dónde está el cuerpo de Marta. "Yo le doy más validez casi a lo primero que contó porque de hecho se van acusando unos a los otros y cuando cuentan lo que pasó, no hay tanta diferencia en las versiones".
Entre tanto, ella intenta coger fuezas. Y, sobre todo, no pensar en que el cuerpo no llegue a desaparecer. "Para mi sería muy doloroso, lo que quisiera es que mi niña apareciera y hacer con mi niña lo que todas las personas hacen con sus seres queridos".
"A veces me pregunto yo misma como puedo tener fuerza para salir, porque me cuesta mucho trabajo. Pero pienso que se lo debo a mi hija y para que mi lucha sirva para que no pase lo mismo a otros niños", argumentó.