El hijo de María Jiménez se derrumba al escuchar cómo cantan a su madre el fandango 'Yo no le temo a la muerte'

'El programa del verano' emite el momento tan especial que se ha vivido en el interior de la iglesia de Santa Ana de Sevilla ante el féretro de María Jiménez y el fandango que le han cantado ante la presencia de su hijo Alejandro Sancho.

Al término de la capilla ardiente, la hermana de María Jiménez compareció ante la reportera del programa para emitir unas declaraciones antes del paseo a caballo: "Estoy muy contenta, ella estará disfrutando...esto es un orgullo, ver cómo se ha portado el ayuntamiento, todo el mundo, es increíble. Sevilla es especial y ella era especial". Sin embargo, al final no pudo contener la emoción y dijo entre lágrimas: "Una cosa es la pena que tenemos por dentro, que es inmensa. Es la única hermana que tengo, no tengo otra, me he quedado sin ella".

La emotiva misa a María Jiménez: su hijo Alejandro Sancho se rompe

El féretro de María Jiménez descansaba en el altar de la iglesia junto a un enorme cuadro de la artista y su famoso plumaje que es reconocido por todo el mundo de la cultura. A su lado, con muchísima emoción, se sentaron su hermana Isabel Jiménez y su hijo Alejandro Sancho, con su nieta en sus rodillas, para vivir la misa de su despedida.

La misa la arrancó un guitarrista dedicándole una emotiva melodía que silenció a toda la iglesia y que encogió el corazón de todos los presentes. Luego, Isabel Jiménez y Alejandro Sancho se pusieron en pie para escuchar uno de los momentos más rompedores de la misa, cuando cantaron el fandango 'Yo no le temo a la muerte'.

El cantaor, frente a los familiares y el féretro, recitaba con mucha emoción: "Yo no le temo a la muerte porque morir es natural... le temo a la vida porque no se a dónde voy a llegar". Al escuchar esto, Alejandro Sancho, hijo de María Jiménez, no puede aguantar la emoción y se rompe, no puede estar más en pie y tiene que agacharse. Su tía Isabel se percata de su estado y lo apoya posándole la mano sobre su espalda para que se relajara.