Después de que el cuarto intento de entrega de Julio a sus abuelos paternos se viera frustrado porque el pequeño, que desea seguir viviendo con su tía paterna, sufrió un ataque de ansiedad, la abogda de los abuelos ha culpado a la tía de provocar estos ataques. "Al niño se le ha explorado, se le ha preguntado, se han valorado a las dos familias y se ha hecho un estudio completo antes de dictar la sentencia. Todo se ha hecho pensando en el menor. La tía nunca le ha dejado para que un profesional le pregunte si quiere ir con sus abuelos. La opinión del niño no la conocemos. Conocemos el paripé que hace la tía haciendo unos simulacros de entrega que sabemos que no se van a cumplir. El niño tiene un ataque de ansiedad porque la situación era esperpéntica."