"Tengo muchas esperanzas de encontrar algo"

LIDIA RUIZ 13/03/2008 12:48

El letrado, Marcos Aragao Correira busca junto a un grupo de buceadores el cuerpo de Madeleine McCann en el fondo de un lago. Esta obsesión por encontrar a la pequeña por cuenta ajena viene desde hace tres meses y cree que hay un 99 por ciento de probabilidad de encontrar el cadáver de la Maddie. Este pantano de Algarbe está situado a unos 50 kilómetros del apartamento de Praia da Luz donde desapareció el 3 de mayo del años pasado.

Para realizar la búsqueda Aragao Correia cuenta con la ayuda de miembros de una escuela de submarinismo cercana y del cuerpo de los Bomberos Voluntarios de la localidad de Portimao especialistas en el rescate de cadáveres en aguas profundas.

Por el momento, tras el rastreo de la presa, los buzos han encontrado una cuerda de cinco metros atada a una piedra y un calcetín infantil de 17 centímetros. Nacho Abad, especialista en sucesos, ha acudido al lugar y ha explicado que el calcetín se parece más a “una media y que podría ser de cualquiera que se hubiera bañado en el pantano”.

Es una difícil labor explorar el pantano de Algarbe porque “hay muy poca visibilidad”. Según ha corroborado Ricardo, uno de los buzos, “la superficie hasta el fondo mide unos seis metros de máximo pero sólo hay 20 metros de visibilidad”. Además explicó que están buscando algo “que se pueda identificar con Madeleine” y que tiene “muchas esperanzas en encontrar algo”.

El abogado ha decidido llevar esta investigación por cuenta propia, con sus medios y riesgo ya que no está implicado con la familia o con las autoridades portuguesas. Además es la segunda ocasión en que el letrado portugués busca a Madeleine en ese lago, donde ya intentó sin éxito encontrar restos de la niña británica en junio del año pasado, cinco semanas después de la desaparición de Madeleine.

La menor desapareció de la habitación en la que dormía con sus dos hermanos gemelos, de dos años, mientras sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban en un restaurante cercano. Los padres defienden que la niña fue secuestrada pero la policía lusa los consideró sospechosos de complicidad en su muerte accidental y la ocultación del cadáver. La pareja abandonó Portugal en septiembre pasado.