"Cuando le preguntaba a Miguel por qué decían en la televisión que era sospechoso se callaba"
TELECINCO.ES
16/02/200914:01 h.Ana Rosa Quintana: ¿Como estás?
Rocío: Un poquito mejor.
AR: Hay novedades de última hora, se ha detenido a su hermano. No sé quién está más angustiada, si ella o Soledad, su madre. Se han encontrado con que la persona que metes en tu casa se confiesa asesino de Marta ¿Has vivido momentos en que alguien te mirara mal?
R: Una de las veces entró la policía en mi casa para recogernos y los vecinos salían de sus casas y me miraban mal.
AR: Conoces al hermano de Miguel, Javier, detenido hace muy poco.
R: Lo conozco de cinco segundos. Entré a recoger una estantería de su casa.
AR: ¿Qué relación había entre los hermanos?
R: Muy buena. Decía que se peleaba con él, pero el hermano le llamaba cada cinco minutos.
AR: Se llevan 19 años, a lo mejor este chico es un poco padre para Miguel
R: Han tenido sus conflictos, pero se llevaban bien. Aunque decía que el hermano le ha llegado a pegar.
Nacho Abad: Me llega un mensaje que dice que las imputaciones son homicidio y detención ilegal para los cuatro.
AR: ¿A qué se dedicaba este hermano?
R: El hermano de Miguel tiene un bar y era el 'segurata'.
AR: ¿Cómo termina este chico en tu casa, Soledad?
S: Va a vivir por el simple hecho de que era huérfano. Por hacerle la comida. Vi que no conocía. Un día vino lloviendo y le dije quédate aquí hasta el día siguiente y ya se quedó.
AR: Llama la atención que tengas 14 años y ya tengas un novio y convivas con él.
R: El nunca me levantó la mano. Siempre ha sido muy cariñoso. Nunca ha tenido problemas. A veces se preguntaba demasiado por mí. Era demasiado celoso.
AR: Yo no sabía que me engañaba. Me lo dijeron en comisaría. Me engañaba con tres o cuatro más.
R: Mi madre me avisaba de que llegaba tarde, que me engañaba con otras. Y yo discutía con ella. Al final ella era la mala.
Soledad: Yo lo seguía acogiendo por ella, para vigilarlo y que ella no se fuera con él. Era un niño bueno, correcto. Nunca hablaba. Y si se mosqueaba, agachaba la cabeza y se iba al cuarto. Nunca contaba nada. Para sacarle cosas había que machacarlo.
N: ¿Qué ocurre el 24 de enero por la noche?
R: Dijo que había estado en el barrio con unos colegas y había llevado a Marta a su casa. Yo me mosquee, cómo podía ir con tu ex novia. El dijo que no pasaba nada, que la había llevado a casa con un fuerte dolor de cabeza.
AR: ¿Seguías las noticias por la tele?
R: Yo le sentaba delante de la tele y le decía que mirase lo que decían de él. Que era el primer sospechoso. Yo le decía: mira. Y él se callaba y agachaba la cabeza.
AR: ¿Le preguntaste si tenía que ver con su desaparición?
R: Me dijo que no tenía nada que ver, que la dejó en casa a las nueve y media. Llegó a llorar y jurarme que no había hecho nada.
AR: El aquella noche durmió como cualquier día. Contaba tu madre que guardaba la ropa, la doblaba. Pero aquel día la echó a lavar.
R: La cazadora no. Y se la tuvo que llevar a la policía. Él tiraba la ropa por medio, como cualquier hombre. Y yo se la echaba a lavar. Ese día no.
N: Ha habido un excelente trabajo policial. Hay que reconocerselo.
AR: Esta familia no tiene nada que ocultar. Sólo el sufrimiento opr tener a quién han tenido en casa. Son una víctima más de Miguel. En un momento dado le dijeron: vete. No podían soportar esa frialdad con la que llevaba la búsqueda.