Bea, cuestión de estilo
VANESSA MARTÍN
26/03/200812:18 h.Hace casi dos años que conocimos a nuestra protagonista y desde ese primer momento no pudimos dejar de fijarnos en su estilo. ¿Pero como puede una chica tan joven estar tan desorientada en el mundo de la moda? Hoy, que la elegancia está al alcance de cualquiera.
Para aclarar todas nuestras dudas hablamos con 'MÍnima Barroca' o lo qu es lo mismo con Ana y Maite, las estilistas de Bea. La primera pregunta que nos asalta es de donde saca Bea esa ropa. La respuesta nos sorprende. Si pensábamos que las estilistas de la serie tenían que hacer un duro trabajo buscando en tiendas fuera de las grandes cadenas de ropa nos equivocábamos. "Encontramos la ropa en cualquier tienda, en esas donde compramos habitualmente. Los Zara, Mango o HyM pueden tener las prendas que necesitamos. No tenemos que rebuscar" nos confirman las estilistas.
Entonces, ¿de donde sale ese look tan particular? La respuesta es sencilla, "Bea siempre utiliza cosas un poco demodé, que son actuales pero que la combinación siempre es un poco extraña". Ahí está la clave.
Esta claro, en los tiempos que corren, las modas vuelven: los estampados de los 70, pantalones acampanados, los pitillo, faldas de cualquier corte, camisas abullonadas, todo lo podemos encontrar, sólo que nosotras no los combinariamos.
2 Las estilistas de 'Yo soy Bea' han encontrado ahí la clave: combinaciones imposibles convierten las prendas más in en un look de lo más desfasado. Así todas podemos ser Bea sin rebuscar en el baúl de nuestra madre.
Por supuesto, la gran mayoría de la ropa procede de las tiendas más de moda, pero las estilistas de la serie no han podido evitar hacer algún modelito de cosecha propia para la poco estilosa Bea porque a pesar de que casi todo lo pueden encontrar en las tiendas, es evidente que alguna de esas magníficas faldas no son sencillas de encontrar y por ello se han lanzado al diseño. Han dotado a Bea de personalidad propia, pero no inimitable.
Pero, vayamos paso a paso y descubramos poco a poco todos los secretos de su estilo.
Los zapatos
Si hay algo en lo que percibimos que Bea ha ido cambiando en todo este tiempo son los zapatos. Allá por el verano del 2006 descubrimos que Bea había desempolvado del armario los zapatos de su madre y no había pasado por la zapatería a descubrir las nuevas tendencias.
La joven no había descubierto el mundo de las sandalias y los colores y lucía unos zapatos de salón negros, muy cerrados, sobrios, con tacón cuadrado y achatado. Para Bea la elegancia estaba ligada al clasicismo más absoluto.
"Los zapatos es donde Bea más ha evolucionado en todo este tiempo, ha abandonado el negro y ha empezado a utlizar un poco más de tacón". Poco a poco ha ido descubierto un amplio abanico de colores, eso sí siempre muy sobrios. Los colores pastel son los favoritos de la directora adjunta, aunque no podemos obviar que los suele combinar a la perfección con el resto de su indumentaria.
Mucho más modernos que los que lucía al principio, sus nuevos cubrepinreles, sin llegar a ser unos manolos, son de tacón más alto y estilizado. Eso sí, puntera siempre redonda.
Sólo faldas
Si hay algo que caracteriza a Bea es la ausencia de pantalones en su fondo de armario, la joven desconoce totalmente la comodidad de esta prenda.
En cuanto a sus faldas, Bea las tiene de todos los colores y con todos los estampados posibles, pero con una característica común: siempre por debajo de la rodilla. Jamás podremos ver a la directora de Bulevar luciendo pierna, ya que el largo de la falda está tan desfasado como sus gafas.
No sin mi blusa
Y pasemos a la parte de arriba. Descartadas las camisetas de algodón que lucimos la mayoría de los mortales de manera habitual. Bea acude siempre a su puesto de trabajo con camisa. Al igual que sus faldas las tiene en todos los colores, pero trambién con una característica peculiar: cuellos grandes, mangas abullonadas... En fin, camisas más propias de los años 80 y principiios de los 90, esas que nuestras madres lucían muy orgullosas en nuestro bautizo o cumunión y que más que cuellos tenían baberos.
Las rebecas de punto son otro punto clave de su particular estilo. No hay día que Bea no aparezca en la oficina con una de ellas para protegerse del frío del aire acondicionado.
Coleta de colegiala
Muy importante para completar un look extraordinario es el peinado. Por supuesto Bea es consciente de ello y acorde con su ropa, discreta y anticuada, Bea luce una rancia coleta de colegiala, que luce incluso mientras duerme, al igual que sus gafas. Afortunadamente para su look, Beatriz dejó atrás el lacito de raso que lucía al comienzo de la serie.
Fuera complementos
Cuanto menos mejor. Eso es lo que debe pensar Bea del mundo de los complementos. La secretaria es sosa, nunca completamenta su vestimenta con collares o pulseras. Un reloj y unos pendientes pequeños, seguramente los que lució en su primera comunión, son los únicos abalorios que luce la ex secretaria.
Gafas 1,2,3...
¿Y que sería de Bea sin sus gafas? Parece que la directora adjunta hace mucho tiempo que no se pasa por una óptica y desconoce la comodidad de unas lentillas o lo favorecedores que son los nuevos modelos, mucho más pequeños y con colores que se pueden combinar a la perfección con nuestra ropa.
La joven luce unas maxigafas cuadradas, de pasta oscura, igualitas a las que lucieron en su día las azafatas del mítico programa de televisión. Desconocemos de donde las ha sacado, aunque no sería de extrañar que fueran alguna herencia de su abuela.
De gala
Mención a parte merecen los vestidos que Beatriz luce en ocasiones especiales. La directora adjunta desempolva de su armario sus mejores galas, pero Bea no tiene claro lo que es la elegacia. Una auténtica tarta en lugar de un vestido, así podríamos definir los vestidos de gala de Bea, acompañados de la imprescindible pamela, como si en las carreras de Ascott se encontrara.
Resulta inolvidable aquel vestido que llevó a un cocktail y que era de la misma tela que los manteles del jardín o el que lució para dar las campanadas. Vestidos recargados, con volantes, flores... vamos unas auténticas joyas de la antimoda.
Si en los próximos carnavales te quieres convertir en Bea, prueba a sacar de tu armario toda tu ropa y combínala de una manera que jamás se te ocurriría. Es sencillo.