Balotelli, amigo de los vagabundos... y las concursantes de Gran Hermano

Álvaro González 29/06/2012 02:06

“Italia tiene dos grandes talentos. Pero están locos”. Son palabras recientes de Fabio Capello. Cassano y Balotelli han sido las dos grandes apuestas del seleccionador italiano, Prandelli, para esta Eurocopa, y le han salido bien. El punto culminante de su decisión lo ha alcanzado en la semifinal contra Alemania. Jugada extraordinaria de Cassano, el talento, y remate certero de Balotelli, la potencia. Pero apostar por ellos no se le ocurre a cualquiera, sólo a alguien que tenga que estar tan loco como ellos.

Cassano está muy recuperado para el fútbol después de que en el Real Madrid lo mejor que se podía pensar de él es que ya era un ex futbolista. Ha cometido demasiados errores y ha aprendido mucho de ellos. El caso de Balotelli es más grave. Es una bomba de relojería. Afortunadamente para los azurri, ha terminado explotando en forma de golazos, pero su personalidad puede llevarse por delante a cualquier compañero, cualquier entrenador e incluso, al equipo completo.

Sumido en un abrazo con su madre adoptiva

Su infancia no pudo ser más difícil. Hijo de inmigrantes ghaneses, una grave enfermedad obligó a sus padres a darlo en adopción porque no podían pagarle los tratamientos que necesitaba y , además, no vivían en condiciones aceptables para su salud.

Problemas con los ultras

Su origen y su color le han ocasionado más de un problema con los ultras italianos. Cuando fue convocado con la selección italiana, los tifossi más radicales colgaron una pancarta que rezaba “No a la Italia multiétnica”. Siempre se ha topado con el racismo, tanto en Italia como en partidos internacionales en algunas plazas tan acostumbradas a la variedad racial como Oporto. Pero lo peor han sido los cánticos específicos, en su propio país ha escuchado frecuentemente “no existen negros italianos”. Aunque también el habitual “uhhhh”.

Pero él también ha provocado a los ultras. Durante su estancia en el Inter de Milan, posó para los fotógrafos con la camiseta del eterno rival, el Milán. Mourinho, entonces entrenador neoazzurro, tuvo que apartarlo del equipo. Su propio compañero Materazzi le golpeó el vestuario. Tuvo que salir del estadio protegido por el presidente.

El punto más elevado de odio hacia su persona lo vivió cuando, según su representante, Mino Raiola, le quitaron los cuatro tornillos de una rueda de su coche. Un sabotaje que pudo costarle la vida.

Todas estas polémicas las zanjó antes de viajar a Polonia y Ucrania a disputar este torneo. Advirtió a los racistas: “Como alguien me tire un plátano, lo mato”. Por ahora, la UEFA investiga si en el partido contra España de la primera ronda le hicieron el canto del mono.

Sueños de Robin Hood

Pero las historias que merecen la pena de su biografía son cuando, fuera del campo, se sale del guión. En una ocasión, paró su coche en una gasolinera. Se acercó a los presentes y se ofreció para llenarles el depósito pagando él. Hay un grupo en Facebook que celebra este momento.

Memorable es también el día en que ayudó a un niño que le estaban haciendo bullying (acoso escolar). Encontró un chaval por la calle que le confesó que estaba siendo víctima de una persecución de sus compañeros. Se lo llevó al colegio y exigió una reunión con el director. Está muy concienciado sobre este tipo de conductas.

En las últimas navidades, se presentó en una Iglesia de Manchester y donó 200 libras. En otra ocasión, ganó 25.000 libras en un casino y, al salir, le dio 1000 a un vagabundo. Por contra, son legendarias todas las multas de tráfico que ha recibido y e incidentes que ha protagonizado al volante.

Tiene el dudoso honor de haberse colado en una cárcel. Vio la puerta abierta y entró, motivado por la curiosidad, según dijo. Más delicado fue cuando, en Napoles, pidió a unos capos de la mafia que le llevaran a visitar los puntos de venta de droga que se han hecho populares por aparecer en la novela y en la película ‘Gomorra’.

Y Gran Hermano, por supuesto…

Sería raro que Balotelli no pudiera relacionarse con el concurso televisivo Gran Hermano. También tiene su historia. Estuvo con Sophie Reade, de la décima edición del Big Brother británico, y la engañó con su mejor amiga. El triángulo se dio a conocer a través de Twitter y ella le dejó en directo por televisión. Un show marca de la casa, pocos días después la concursante, también conejita de Playboy, confesó que estaba tratándose una depresión diagnosticada tras su ruptura con él.

Odiado, pero amado. Amado, pero odiado. Balotelli no puede dar un paso sin dar también titulares. Con sus dos goles a Alemania al menos esta vez han sido sobre el campo. A saber qué nos depara en la final.