Coronación de la Reina de los concursantes más odiados de toda la historia mundial de GH

TELECINCO.ES 05/10/2009 11:23

Como anunció la hermana de Nagore en El Programa de Ana Rosa, si la de Basauri tenía que salir de la casa de Guadalix, que fuese a lo bestia: rompiendo barreras. Y, efectivamente, así ha sido. Con un 95% de votos, Nagore batió el récord mundial de Gran Hermano. Nadie, en setenta países en los que se ha emitido el programa, ha logrado salir con un porcentaje tan abultado.

En la historia de nuestro país, sólo dos concursantes se han acercado. Ángela Linares, con un 92,7% y Nicky Villanueva, con un 88,2%. Eso sí, este último alcanzó esas cotas de odio nominado junto a cinco personas, lo que hace que se considere "El Rey".

En un ceremonioso mensaje a la nación, Nagore agradeció ser objeto de tanto desprecio sin ningún tipo de rencor.

"Quiero dar las gracias a todas las personas que me han votado y me han otorgado este gran premio. Y ahora que tengo esta corona de Reina de expulsadas quiero desear la paz en el mundo, pero no en la casa de Guadalix".

Crónica de una expulsión anunciada

Y en lo que tampoco puede ganar nadie a Nagore es en sinceridad. En los propios castings reconoció que era muy difícil convivir con ella. De hecho, según dijo, el reto al que se enfrentaría en Guadalix era "convivir con personas que no soporte" porque ella misma se consideraba "muy insoportable".

Al final, el 95% de los españoles que han votado le han dado la razón. Algo que no importa a esta concursante que está satisfecha de los amigos que se ha llevado y ha confirmado que los que la querían fuera de la casa, la querían de verdad.

La calle, con Nagore

Tras la espectacular expulsión, la concursante se fue, acto seguido, a preguntar a los ciudadanos el porqué de tanto odio. Cuán grande fue su sorpresa. En la Puerta del Sol, en Madrid, los viandantes, por lo general, afirmaban habérselo pasado bien con ella.

Hasta el punto, como reconocía un caballero, de que él y sus amigos sintonizaban todos los días con Guadalix con la esperanza de ver cómo Nagore ponía los puntos sobre las íes.