Sofía ha pillado a Amanda haciéndole burla por los rincones de la casa. “Se está riendo de mí, me está imitando por todos lados, ha imitado la cara que pongo cuando estoy empanada”, le ha dicho a Suso, que ha reconocido ponerse “caliente” cuando ve a Sofía enfadada. Qué oportuno. La bronca era inminente; Sofía ha comenzado a descalificar a Amanda llamándola “pringada”, “retrasada” y hasta “La plásticos”, haciendo una poco sutil referencia a sus pechos operados. En un paréntesis, Marta ha aprovechado para confesar que los suyos también son falsos.
Amanda no se ha quedado corta y ha seguido imitando a su compañera porque, esperamos que figuradamente, le “suda el chopo”. “Cuando lo hago es porque ella es así de verdad”, le ha dicho la rubia a Marta, que se ha visto atrapada en medio de la bronca y se ha puesto a llorar porque ya no sabe en quién confiar. Y echa de menos a su novio cuando eso le pasa.
Parece ser que Amanda también ha llorado, porque Maite ha felicitado a su hija al verle las lágrimas: “Olé tu porque ya has conseguido que se ponga a llorar”, pero Sofía estaba enfadada con su madre porque en algún momento de la pelea ha reconocido que su pequeña es “una guarra”. Menudo lío.
Lo que Sofía quiere es que Amanda le pida perdón por el bien de su imagen pública. Y que su madre aprenda a “controlar su boca”. Pero lo del perdón es más importante, porque Amanda la ha llamado “choni” y ella es oficialmente “pija”: “Yo no voy a ir a disculparme porque no voy a quedar como una pringada delante de toda España”, ha dicho y, ya que estaba, ha aprovechado para meterse con Marina, que poco tenía que ver en esta historia: “No sé para qué se acerca Marina, la del bebé de plástico”. Todo es de plástico a los ojos de Sofía.
A las tres de la mañana, la bronca ha terminado y los concursantes se han puesto a hablar de espiritismo.