Cuando supe que el lunes iba a me sentí como si con 15 años me hubiesen dicho que podría dar marcha atrás en el tiempo y aparecer en 'The Cavern' para escuchar un concierto en directo de 'The Beatles'. Algo que sería totalmente irrealizable. conocer a todos los ganadores de 'Gran Hermano'
Pero en este caso, así ocurrió; todas esas chicas y chicos que yo había seguido por la televisión desde hace años, al igual que vosotros, al fin los tuve delante en carne y hueso.
Fue una auténtica terapia psicológica compartir con ellos las vivencias porque te sientes más entendida, no te consideras tan extraña al resto que les cuesta comprender lo que significa vivir una experiencia tan intensa, y que a veces esa incomprensión te puede llenar de frustraciones.
Lo más sorprendente y gratificante además es que todos al encontrarnos reaccionamos de manera muy natural, como si ya nos conociésemos de toda la vida; y es que en cierto modo es así, ya nos conocíamos. Fue un poco como esas reuniones escolares que se tienen al cabo de 10 años con tus ex compañeros de colegio. Los conoces desde hace mucho, han pasado los años y te cuentan qué es de su vida, cómo recuerdan la experiencia, qué les ha supuesto. Nos reímos rememorando muchas anécdotas compartidas desde un lado y otro de la pantalla, pero ahora entendiéndolas mucho mejor porque todos hemos estado allí dentro y es muy difícil explicar lo que eso significa. Si bien cada uno, como individuo lo vive a su manera, hay cosas que nos unirán siempre.
Al ver el anuncio de 'Gran Hermano10' (a mí me gusta más ponerlo en números romanos, pero no lo haré para que los redactores no se me mosqueen) me vinieron a la cabeza un montón de recuerdos. Lo ví en la web de Mercedes Milá 'Lo que me sale del bolo' en su entrada "Me quemaba en las manos" y no pude controlarme: tuve que escribir lo que sentía. Todos los recuerdos de La Casa me embargaban y sabía que cuando empezase el nuevo 'GH' volverían a mí, diciéndome: "tú estuviste allí como ahora están ellos, tú lo viviste y se acabó". Y me sentiré más cercana que nunca a estos nuevos participantes, a estas nuevas PERSONAS, que no personajes, que pasarán por una experiencia dura y también feliz. Les deseo lo mejor a todos ellos (¡ay! corderitos).
Y aunque tenga que cargar con el peso de este lastre emocional de recuerdos en el corazón no permitiré que todos esos momentos se pierdan en el tiempo como lágrimas en la lluvia.