Carlos y Laura, confesiones y bádminton mientras cuentan las horas para la gran final

Aprovechando que ha salido el sol, los dos finalistas han disputado un partido de bádminton en el jardín de la casa de Guadalix, donde han pedido al Súper, sin éxito, música para amenizar el rato. "Grita: Laura ganadora", ha sugerido Carlos. "Nadadora", ha bromeado ella. Momento en el que ha aprovechado para confesar a su compañero uno de sus complejos de niña: "De pequeña tenía complejo de espalda ancha. Soy la única de mi familia, de chicas, que la tiene. Genética de mi padre. Irene también, pero diferente. Entre eso y los hombros", ha dicho Laura. "Mi hija ha sacado los hoyuelos y una mancha de nacimiento como yo", ha terminado diciendo el presentador.

En un nuevo intento por conseguir que el Súper les pusiera música, los dos han empezado a recordar algunas anécdotas con sus excompañeros de concurso, como Sema, que había creído en unos gritos del exterior que, en realidad, había sido de su Alejandro y Javier Tudela.