El Villarreal, castigado en Roma

Los de Ernesto Valverde hipotecan su futuro. El equipo castellonense complica de esta forma su presencia en la siguiente ronda de la competición europea, en la que sólo cuentan con tres puntos, los que lograron ante el Levski en la primera jornada de la competición.

Desde el inicio se demostró el mal momento que atraviesa el 'submarino amarillo', alejado del fútbol que maravilló años atrás al Viejo Continente. Los de Valverde sufrieron en la medular, a pesar del buen partido de Marcos Senna, que no se cansa de aportar sencillez y sentido común en la zona más importante del campo.

Sin embargo, la defensa castellonense evidenció serias carencias, sobre todo cuando tiene que preocuparse de marcar al rival en carrera. Así llegó el primer tanto del partido, obra de un hiperactivo Zárate. El delantero --objetivo del Real Madrid en el último año-- sentenció al Villarreal.

El bonaerense recibió el balón de Cruz, que sacó los colores a la zaga española con un recorte exquisito. La asistencia la recibió Zárate, que cruzó al segundo palo para poner el primero en el marcador (1-0, min.19). La reacción del equipo levantino fue tímida, pero la solución acabaría llegando de la mano de Capdevila.

El lateral internacional, al borde del descanso, penetró por el costado izquierdo y sacó un centro sobresaliente a la testa de Eguren, que empató la contienda, con un enorme cabezazo que no pudo atajar Bizarri, el portero que defendiera la portería del Real Madrid y Real Valladolid, entre otros.

Perdón de Senna

Con este resultado el encuentro se estancó durante la primera fase del segundo acto, momento en que perdería el Lazio al ex zaragocista Matuzalem, expulsado por doble amarilla. Los laziales guardaron la posición en su campo, pero no pudieron con un Villarreal, que fue a más perdiendo el respeto a su rival y al Olímpico de Roma.

Nilmar, Rossi y Pires llegaron a inquietar con peligro a los celestes, pero todos se quedaron sin premio. De la tranquilidad y el conservadurismo se pasó a la locura completa con un 'correcalles' que aprovecharon los de Davide Ballardini en el último suspiro. Antes habían llevado el balón a la madera por mediación del insistente Zárate.

Cuando parecía que el reparto de puntos sería el veredicto final Marcos Senna se plantó delante de Bizarri e intentó definir con dulzura, pero el argentino le adivinó la intención. En la siguiente jugada por banda, el sustituto Rocchi machacó a Diego López por debajo de las piernas. Valverde agachó la cabeza sabedor de que el fútbol es injusto y lo está siendo en demasía en este comienzo de temporada.