Un rejuvenecido McCartney revive la magia de los Beatles en Buenos Aires

El cantante británico, de 68 años, no decepcionó en su retorno a los escenarios argentinos, que pisó por última vez en 1993 en el mismo recinto de hoy, el estadio Monumental del River Plate, que llenó por segunda noche consecutiva, congregando a unas 45.000 personas.

Como si el tiempo no le pasara factura, McCartney ofreció en su última presentación en Buenos Aires un recital vibrante en el que intercaló sin apenas descanso una veintena de temas de los Beatles con canciones de su tránsito en solitario y de Wings, la banda que integró tras la disolución del mítico grupo de Liverpool.

"Buenas noches argentinos. Estamos muy contentos de estar nuevamente acá", proclamó antes de tocar la primera canción de los Beatles, la cuarta de la noche, la pegadiza "All My Loving", del segundo álbum del grupo "With the Beatles" (1963).

Ataviado con un elegante trajo oscuro y una camisa blanca, McCartney se ganó rápidamente a un público entregado y completamente heterogéneo, compuesto desde mayores nostálgicos del rock de los sesenta hasta jóvenes ansiosos por escuchar de cerca al ex Fab Four.

El cantante británico alternó temas de Wings, como "Let Me Roll It" que unió al "Foxy Lady" de Jimi Hendrix, con éxitos de los Beatles, como la animada "Drive My Car", que desató la locura del público, con el que bromeó continuamente y agradeció su "gran buena onda".

El primer momento emotivo de la noche llegó con la interpretación en piano de "The Long And Winding Road", y siguió con "My love", que McCartney dedicó a "todos los enamorados" y a su fallecida primera esposa Linda, con quién formó Wings tras la disolución de los Beatles en 1970.

Tres temas de la banda de Liverpool dieron paso al primer homenaje del recital, a John Lennon, con "Here Today", que compuso en solitario en 1982, dos años después de la muerte de su compañero en Nueva York y que la gente coreó con júbilo.

Tras algunas canciones de su etapa en solitario, retomó la carga Beatle con "Eleanor Rigby" y "Something", del desaparecido George Harrison.

Con algunos de los más grandes éxitos del cuarteto británico, como "Ob-La-Di, Ob-La-Da", "Back In The USSR", "Paperback Writer" o "Give Peace A Chance" de Lennon, el público terminó de rendirse.

Los instantes más emotivos llegaron con "Let It Be" y "Hey Jude", que McCartney tocó en el piano y que cantó a medias con una audiencia desbordada por la euforia Beatle.

Tras los bises, reapareció con una bandera argentina y una camiseta de la selección de fútbol del país, con el dorsal número 10 y su apellido escrito en el dorso. "Soy Diego", dijo sonriente en referencia a Maradona.

A continuación, tocó la emotiva "Yesterday" sólo con su guitarra en un escenario prácticamente oscuro y ante un público entregado que ondeaba sus teléfonos móviles.

Como en toda su gira, finalizó la velada con "Helter Skelter", "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" y "The End", la ultima canción que grabaron juntos los Beatles y que puso punto final a un concierto de casi tres horas.

Después del éxito de sus dos noches en Buenos Aires, el artista viajará a Brasil para presentarse, los días 21 y 22, en San Pablo, donde finalizará la gira junto a sus inseparables cuatro compañeros de banda.

Desde el inicio de "Up and coming tour", el cantante ha ofrecido 25 conciertos en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, México y Puerto Rico y ha reunido a más de medio millón de espectadores.

McCartney, autor de más de 40 álbumes musicales en solitario, ha vendido más de 100 millones de sencillos y ha logrado 60 discos de oro a lo largo de su carrera profesional, lo que le otorgó una plaza en el libro Guinness de los récords el año pasado como el músico con más éxito en la historia de la música popular.