Banco de España admite la necesidad de una Ley de Segunda Oportunidad pero en función del momento económico

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, admite la conveniencia de estudiar una Ley de Segunda Oportunidad para las personas que por causas sobrevenidas no pueden hacer frente a sus deudas, como las hipotecarias, aunque advierte de que es necesario tener en cuenta el momento económico presente para prever las "consecuencias complejas desde el punto de vista de la estabilidad financiera" que puede tener.

Así lo ha señalado durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, donde algunos portavoces de la oposición, como el de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Joan Coscubiela, o el de UPyD, Álvaro Anchuelo, han reclamado medidas para atajar, entre otros, el problema de los desahucios y para evitar que las familias, los autónomos o los pequeños empresarios queden lastrados por una deuda de por vida.

"Es un tema a estudiar. Es verdad que España es una excepción (por carecer de una ley de este tipo), y el Banco de España no cree que sea un disparate estudiar qué se puede hacer. Pero hay que encontrar un contenido razonable y útil, y ver los tiempos en que esa reforma se acomete, porque no es igual una reforma de ese tipo en un momento de estabilidad financiera, crecimiento económico y crédito normalizado que en un momento bien diferente", ha recordado.

Además, Linde ha reconocido que incluso instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recomendado a España actuar en este sentido, y ha ofrecido la colaboración del Banco de España "en la medida de sus posibilidades y sus fuerzas" en esta "discusión razonable y racional" cuando se produzca.

TAMBIÉN DESDE EL ÁMBITO SOCIAL

A renglón seguido, Linde ha matizado también que a la hora de reflexionar sobre este tipo de asuntos es necesario "diferenciar" entre "problemas sociales agudos, preocupantes, graves y penosos" como el de los desahucios, que "deben resolverse mediante actuaciones sociales puntuales", de otros problemas "que pueden resolverse de forma general".

"Hay que distinguir los problemas acuciantes pero, en el fondo, puntuales como el de los desahucios, que es un tema importante y doloroso, pero que cuando se ve el número de desahucios en relación con la masa hipotecaria sin problemas se ve que, evidentemente, es un problema pero no generalizado. Eso no significa que no haya que resolverlo, pero sí que hay que distinguir entre problemas que existen un tratamiento financiero general de otros que exigen un tratamiento distinto, quizás no financiero", ha insistido.

Además, ha recordado que la solución a los problemas no siempre pasa por más regulación y por un "enfoque puramente público", sino que también se pueden tener en cuenta opciones de "autorregulación" como los que se practican en países como Reino Unido.