El 'contrato crisis' suma enemigos

El polémico 'contrato crisis' reduciría los 45 días por año trabajado a 20 días de indemnización en caso de despido . Además, incluye una serie de bonificaciones fiscales para poder afrontar la situación actual. Estos beneficios fiscales contemplan el aplazamiento de impuestos a los empresarios. Esta polémica medida fue presentada en un escenario que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, calificó de "muy duro" tras conocer los datos de desempleo del mes de enero. El total de desempleados se situó el pasado mes en un nuevo récord histórico al superar los tres millones de parados.

Ante la avalancha de críticas recibidas tanto desde el Ministerio de Trabajo como de las organizaciones sindicales. El presidente de la patronal madrileña Arturo Fernández, ha salido en defensa de su 'contrato crisis'. "Con 3.300.000 parados, este contrato de crisis, bonificado y con una indemnización por despido similar a la establecida en la actual legislación para despidos por causas económicas (20 días), va a conseguir mucho más empleo que con el diseño actual, que es francamente obsoleto", explica Fernández.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, rechazó la propuesta de abaratar el despido porque al mercado de trabajo español "le sobra flexibilidad" y los sindicatos han calificado la medida de "ridícula, inoportuna e inapropiada". Aún así, Fernández continúa con la defensa del 'contrato crisis' al explicar que "es una medida no de destrucción de empleo sino de creación de empleo".

El presidente de CEIM argumenta la defensa del 'contrato crisis' en que aunque a Corbacho le parezca "que abaratar el empleo es una fórmula para tener destrucción de empleo, el ministro verá que en estos momentos tenemos cada día 6.000 parados más y cualquier formula que estimule al empresariado para que pueda contratar es interesante".

Los empresarios madrileños van a remitir su propuesta al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, para que "discuta esta fórmula" junto a los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. CGS