En concreto, la moneda común europea llegaba a cambiarse por 1,3555 dólares, cuando el pasado viernes su cotización frente a su homóloga estadounidense era de 1,3522 dólares.
No obstante, a los pocos minutos de la apertura de la sesión en los mercados del Viejo Continente, la cotización del euro frente al dólar se situaba en 1,3533 dólares.