Las estrellas se citan en Durban con el liderato en juego

Dominadores hasta ahora en su cuarteto, aspiran a sellar su inclusión en los octavos de final tentados por la posibilidad de un empate que bendiga la progresión de los dos y el devenir en el torneo, que puede emparejarles, precipitadamente, con un rival de postín: la selección de España, si hace sus deberes.

En esta situación Brasil tiene amarrado matemáticamente el pase gracias a las victorias cosechadas ante Corea del Norte y Costa de Marfil. Portugal, sin embargo, está pendiente de un punto para llegar a octavos. Aunque la derrota, incluso, le puede servir a expensas del resultado del cuadro africano ante Corea. Didier Drogba y compañía necesitan un saco de goles para poner en entredicho la progresión portuguesa.

Las estrellas, con el ruido que genera Cristiano Ronaldo a la cabeza, se citan en Durban en el duelo con más reclamo de toda la primera fase. Las plazas hoteleras están agotadas desde hace días en la tercera mayor ciudad de Sudáfrica, apuesta de turistas en verano. Ahora, en pleno invierno, tampoco existen alojamientos libres.

La cima del grupo y la clasificación desde el primer puesto es casi la única cuenta pendiente en el partido.

No obstante, la clasificación de Brasil con una jornada de anticipación a los octavos de final dio tanto que hablar en lo futbolístico como fuera de las cuatro líneas, por el cada vez más crudo enfrentamiento que sostiene el entrenador Dunga con la prensa de su país.

El partido que Brasil ganó por 3-1 a Costa de Marfil marcó el reencuentro con el fútbol de Kaká y Luis Fabiano, dos valores cuyo desempeño comenzaba a ser duramente cuestionado.

Kaká hizo dos pases de gol en maniobras con sello propio: veloz arrancada y sorpresivos cambios de marcha que desestabilizan a sus rivales. Y Luis Fabiano volvió a lo que sabe, los goles, para poner fin a una sequía en la selección que se remontaba a septiembre.

Pero la contundente victoria brasileña tuvo un precio alto: Kaká resultó expulsado por tercera vez en su carrera en una polémica decisión del árbitro francés Stéphane Lannoy, que consolidó su protagonismo al conceder el segundo gol a Luis Fabiano pese a que el de Sevilla se ayudó con el antebrazo para labrar la fabulosa jugada en la que hizo hasta dos sombreros a un rival.

Y de contera, en un juego ríspido por momentos, el centrocampista Elano debió abandonar la cancha en camilla al sufrir un fuerte golpe en el tobillo derecho que hizo temer lo peor. El del Galatasaray turco no jugará este viernes debido a que aún siente dolores y la comisión médica ha decidido reservarlo para la fase de octavos de final.

Si la baja obligada de Kaká será cubierta por Julio Baptista, lo que no supone alteraciones en el dibujo ofensivo original, con Robinho y Luis Fabiano como puntas y el jugador del Roma como creativo, la plaza de Elano debe quedar en poder del versátil Daniel Alves.

Pese a estar clasificados, los brasileños han garantizado que su pretensión en Durban es derrotar a Portugal para asegurar el primer lugar del Grupo H. En las previsiones de Dunga no pasa por la cabeza dedicar una marca especial a Cristiano Ronaldo.

Ya es tradición para este equipo verde-amarillo que el bloque defensivo aprieta las marcas según la dirección del balón y su conductor.

Afuera del vestuario Dunga y la prensa viven horas cada vez más tensas. El domingo pasado, durante la conferencia de prensa que sucedió al partido con los africanos en Johannesburgo, el sistema de sonido permitió escuchar las palabras de grueso calibre que el entrenador susurraba cerca del micrófono contra un periodista.

Los casos que retratan este enfrentamiento de larga data no parecen afectar la tranquilidad del grupo. Al menos así lo manifestaron el capitán, Lúcio, y Kaká que, de paso, han manifestado apoyo al seleccionador y acatamiento de su disciplina, que prohíbe entrevistas exclusivas, y salidas de la concentración.

Portugal, por su parte, no quiere recordar la goleada que Brasil le endosó en noviembre de 2008 en su último partido (6-2) y piensan en que desde entonces no han perdido ninguno. Acumulan 18 disputados, con 13 victorias y cinco empates.

Pero si hay un pensamiento que tienen en mente es el único enfrentamiento en partido oficial que Portugal y Brasil han disputado. Fue en julio de 1966, en el Mundial de Inglaterra, y la Portugal de Eusebio eliminó a la Brasil bicampeona de Pelé al ganarles por 3-1.

Después de la goleada a Corea del Norte (7-0) el optimismo se ha extendido en la concentración portuguesa, que descarta pactar un empate que le clasifique a octavos y piensa ganar y así hacerse con en el primer lugar del grupo.

El seleccionador luso, Carlos Queiroz, no moverá el equipo en relación a los que golearon a los norcoreanos y mantendrá en el once a Cristiano Ronaldo, a pesar de que el capitán tiene una amarilla que supone una amenaza de perderse el partido de octavos.

El cuerpo técnico no quiere que se rompa la tendencia positiva marcada por este grupo, aunque eso signifique no contar con el extra de motivación que tendrían los tres luso-brasileños del equipo.

El jugador del Real Madrid Pepe podría contar con minutos si las condiciones del partido permiten que vaya cogiendo ritmo de competición, mientras que Liedson saldrá desde el banquillo.

Deco, que se sigue entrenando a parte de sus compañeros debido a unos dolores en la cadera, es casi una baja definitiva en el cuadro de Queiroz.

Portugal: Eduardo, Miguel, Ricardo Carvalho, Bruno Alves, Coentrao; Pedro Mendes, Meireles, Tiago; Cristiano Ronaldo, Simao y Hugo Almeida.

Brasil: Julio César; Maicon, Lúcio, Juan, Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo, Daniel Alves; Julio Baptista; Robinho y Luis Fabiano.

Armando Archundia (MEX) Árbitro: