La AIEA insta a Japón a "mejorar la fiabilidad de los sistemas esenciales" de Fukushima-1

Un equipo de la AIEA ha publicado este lunes su informe preliminar sobre la revisión del Plan para el Desmantelamiento de Fukushima-1 elaborado por el Gobierno de Japón, para lo cual ha visitado el país asiático entre el 15 y el 22 de abril.

"TEPCO debería seguir con sus esfuerzos para mejorar la fiabilidad de los sistemas esenciales, para evaluar la integridad estructural y garantizar la protección frente a amenazas externas", reza el comunicado publicado por la AIEA.

En concreto, ha considerado que "debe mejorar la gestión de los asuntos relacionados con las fugas radiactivas, especialmente en las ocasionadas por los tanques en los que se almacena el agua contaminada".

"Recomendamos a Japón que evalúe el beneficio medio de los actuales limites de radiación, particularmente en relación con los sólidos y líquidos almacenados en las instalaciones nucleares", ha apuntado la organización internacional.

Además, el equipo de la AIEA ha señalado a una mejora de la política de comunicación de los incidentes en Fukushima-1 hacia el Gobierno, el ente regulador y la opinión pública para construir la confianza perdida.

A pesar de estas recomendaciones, ha valorado que TEPCO "ha conseguido llevar a cabo un enfriamiento estable de los reactores y de las barras de combustible gastadas que se almacenan en las piscinas de los mismos".

Además, ha indicado que la compañía eléctrica "ha puesto en marcha de forma exitosa un plan de tratamiento con altas tecnologías para descontaminar el agua radiactiva que se almacena en las instalaciones nucleares".

"Nuestro equipo ha recibido una buena cooperación de nuestros socios japoneses, que están haciendo un esfuerzo notable por avanzar rápidamente, pero con seguridad. Confiamos en que podamos ayudarles a progresar", ha añadido.

La AIEA se ha pronunciado de esta forma después de que en el último mes TEPCO haya informado de hasta cuatro fugas de agua radiactiva desde los tanques de Fukushima-1 a causa de apagones eléctricos provocados, en muchos casos, por la presencia de ratas en los paneles de control.

El 11 de marzo de 2011 un terremoto y un tsunami sacudieron la prefectura de Fukushima, dando lugar a una crisis humanitaria y a un accidente nuclear que, junto al de Chernóbil (Ucrania), es el peor de la historia mundial.

Desde entonces, los operarios de TEPCO han intentado enfriar la central nuclear bombeando agua hacia sus instalaciones y depurándola después con unos sistemas especiales para garantizar la seguridad ambiental.