Bruselas acoge el jueves la Cumbre UE-China sin acceso a la prensa

"No hay prevista rueda de prensa. Hubo intención de organizarla pero no fue posible acordar las condiciones para que tuviera lugar con normalidad", ha explicado un alto funcionario europeo, sin dar más detalles sobre tales exigencias.

En su lugar, se espera que tanto el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, como el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, emitan alguna declaración tanto al comienzo como al término del encuentro con el primer ministro chino, Wen Jiabao, pero no será ante la prensa, ni responderán preguntas.

La Cumbe bilateral, a la que seguirá otra de carácter más económico y empresarial, no se celebrará en un edificio de la Unión Europea, sino en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores belga, el Palais d'Egmont. Algo poco habitual, pero no excepcional.

Fuentes próximas a la organización de la reunión indican que inicialmente se pactó con la delegación china limitar el aforo de la rueda de prensa a unos 50 periodistas, la mitad para prensa china y la otra mitad para prensa acreditada ante la Unión Europea, y que se permitirían dos preguntas a cada parte.

Unas condiciones similares a las que se imponen en otros encuentros de alto nivel con países como Estados Unidos, y por la que la Asociación de la Prensa Internacional suele emitir una protesta.

No es la primera vez que la polémica afecta a las reuniones de más alto nivel entre la Unión Europea y China, con intentos por parte del país asiático de vetar la entrada de medios de comunicación determinados o con la decisión de suspender comparecencias ante la prensa previamente anunciadas.