Hombres armados han abierto fuego contra los agentes que gestionan el puesto de control, acabando con la vida de cinco, entre ellos tres conscriptos.
Ningún grupo armado ha reivindicado la autoría, pero la insurgencia islamista ha intensificado sus ataques contra las fuerzas de seguridad desde la llegada al poder de Abdelfatá al Sisi, en 2013.