Fiscales de Barcelona renuncian a las penas de trabajo para la comunidad por colapso del sistema

En el XLI Congreso de la Asociación de Jefes y Mandos de la Policía Local de Cataluña en el Badalona Centro Internacional de Negocios (Bcin), Padín ha explicado que los fiscales solicitan poco esta medida alternativa y priman las multas porque hay muchos "problemas para cumplirla".

De hecho, se han dado casos que cuando a un condenado se le había adjudicado la plaza para cumplir con este trabajo, ya había expirado el plazo para hacer efectiva la condena, que es de dos años.

Para el fiscal de sala que lleva los temas de tráfico --uno de los ámbitos donde pueden aplicarse estas medidas-- optan por la multa o prisión para asegurarse de que la condena finalmente se cumple, aunque esto en muchos casos puede ser muy negativo para el condenado.

Los trabajos en beneficio a la comunidad son un tipo de medidas alternativas a la prisión, que trata de que la persona repare en la comunidad el daño causado por el delito que ha cometido, a través de su colaboración con instituciones públicas o entidades privadas sin ánimo de lucro.

Al introducirse dicha reforma del Código Penal ha empeorado la situación, especialmente desde 2008, porque se ha ampliado los casos en que pueden pedirse este tipo de condenas, ha indicado el fiscal.

Para Padín, es una lástima tener que renunciar a estas medidas porque ayudan a la rehabilitación del condenado "en un porcentaje muy alto".

De hecho, en delitos de tráfico, a no ser que sea un caso muy grave, el tratamiento que se da en una prisión no es el adecuado, ha aseverado el fiscal

MÁS DE 200 PRESOS

Según las cifras de la Fiscalía, una cuarta parte de los delitos de tráfico de toda España se cometen en Cataluña, y en 2010 ingresaron en las prisiones catalanas entre 200 y 250 condenados por este tipo de delitos, cuando en el conjunto del Estado fueron más de 750.

Sobre los delitos de tráfico este 2011, ha indicado que se mantienen "estables" en lo que respecta a los homicidios por imprudencia, el consumo de alcohol y a conducir sin carné, mientras que bajan las negativas a hacerse la prueba de alcoholemia.

Padín ha explicado que, paralelamente, en los jóvenes han aumentado los casos de consumo de drogas al volante, aunque ha comentado que este franja de edad no es la única con un nivel elevado de delitos, ya que también destaca la de conductores de más de 50 años.