Frei promete derogar la Constitución de Pinochet y llama a cerrarle el paso a la derecha en Chile

"Seguimos con una Constitución que fue hecha en la época del miedo, hace 30 años, y necesitamos una Constitución para las libertades, para terminar con la exclusión y la discriminación", manifestó el ex presidente en entrevista con Efe.

"El objetivo principal es que la derecha no llegue a gobernar, porque eso sería malo para Chile; los principios que ellos sustentan ya se agotaron en todo el mundo", sostuvo el candidato de la Concertación.

Eduardo Frei Ruiz-Tagle (Santiago, 1942) es hijo del también ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), líder emblemático de la Democracia Cristiana chilena fallecido en 1982 a consecuencia de una infección postoperatoria que la familia atribuye a una acción criminal de la dictadura.

En abril de este año, Frei venció en unas elecciones primarias al líder radical, José Antonio Gómez, y fue proclamado candidato presidencial de los cuatro partidos que integran la coalición de centro izquierda que gobierna en Chile desde hace veinte años.

Pero Marco Enríquez-Ominami, un diputado socialista de 36 años que reclamaba mayor debate interno, no aceptó la forma de elegir al candidato y anunció que se presentaría por su cuenta.

Esta circunstancia le ha restado apoyo al aspirante oficialista, pero una reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos, considerado el mejor barómetro de la política chilena, le ha devuelto la confianza, porque muestra un empate técnico con el candidato de la derecha, el empresario Sebastián Piñera.

Eduardo Frei aseguró que no tiene inconveniente en pedirle su apoyo a Marco Enríquez Ominami en una eventual segunda vuelta.

"A nosotros nos interesa que se una toda la gente que tiene visiones como la nuestra, aquí no estamos para restar sino para sumar", subrayó.

Frei (presidente de 1994 a 2000), es consciente de que tras veinte años en el poder, la Concertación por la Democracia, que surgió para derrotar a Pinochet en el plebiscito de 1988 "tiene que hacer una renovación de su equipo".

Y él, un ex presidente de 67 años, quiere "ser el puente entre las viejas y las nuevas generaciones" y recalca que tiene la confianza de los partidos de la Concertación para liderar el proceso de renovación.

Frei también se enfrenta a la indolencia y el conformismo ante una eventual derrota que, según el sociólogo Alfredo Joignant, se ha instalado en algunos sectores del oficialismo.

"En las elecciones municipales, yo me fui a recorrer el país, a terminar con los lloriqueos y los rostros cabizbajos, y a decir ¡aquí estamos de pie!", enfatizó Frei, quien reconoce que la Concertación también debe hacerse una autocrítica y ser receptiva a lo que demandan hoy los chilenos.

"Evidentemente hay cosas que no hemos hecho bien", pero "hemos tenido la capacidad de darle a Chile gobernabilidad, que hoy en día es un bien muy preciado, y si no, veamos qué está pasando hoy en América Latina".

Frei elogia la labor de la presidenta Michelle Bachelet, quien a pesar de la crisis económica cuenta con la aprobación de siete de cada diez ciudadanos.

A Sebastián Piñera, candidato presidencial del bloque derechista y dueño de una fortuna valorada en 1.300 millones de dólares, Frei le critica que no haya hecho una clara separación entre sus negocios y sus aspiraciones políticas.

"A mí no me gusta hacer descalificaciones personales, pero es de todos conocido que el año pasado él fue condenado por el uso de información privilegiada para hacer negocios".

"Por eso la derecha no ha ganado las elecciones en los últimos cincuenta", dijo Frei.

En los últimos días, Frei se ha mostrado a favor de legalizar las uniones del mismo sexo o de distribuir gratuitamente la llamada "píldora del día después", propuestas que rozan con su militancia democratacristiana.

"Cuando uno encabeza una coalición o un país, se debe a todos los ciudadanos; yo tengo mis valores, pero no se los puedo imponer a toda la sociedad. Yo quiero ser el presidente de todos los chilenos".