Galicia acumula un endeudamiento de más 9.000 millones, aunque lo redujo en más de 128 en el segundo trimestre

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha cifrado este jueves el endeudamiento total de Galicia en más de 9.000 millones de euros y ha admitido que esta cifra "le preocupa y ocupa" pese a que está "por debajo de la media" del resto de comunidades y a que se redujo en más de 128 millones de euros en el segundo trimestre.

Un informe de la Consejería de Hacienda presentado en la reunión semanal del Gobierno evidencia esta rebaja de 128 millones de euros, al pasar de un ratio deuda/PIB del 16,9 por ciento en el cierre del primer trimestre al 16,7 por ciento. Esta rebaja se produce, según la Xunta, en un momento en el que "crece" en el conjunto de autonomías.

Asimismo, la Comunidad tampoco incrementó la deuda correspondiente a las empresas públicas, que continúa situada "muy por debajo de la media" del resto de comunidades.

Galicia también prevé aumentar hasta final de año el diferencial con el conjunto de las comunidades autónomas porque "no necesitó ni un solo euro" de los mecanismos de ayuda activados por el Gobierno central.

De hecho, como recordó el presidente, la Comunidad ya anunció que no se acogerá en 2013 al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) --igual que en 2012-- y tampoco necesitará acudir al mecanismo de pago a proveedores.

PRESTÁMO CON EL BEI

En esta coyuntura, Feijóo ha reivindicado la "solvencia" de Galicia y su "credibilidad" en los mercados internacionales, además de incidir en que ya fue la primera comunidad en completar su programa anual de endeudamiento para 2013.

En la segunda mitad del año, ha enfatizado que la comunidad "sigue teniendo los mercados abiertos" y que acaba de firmar un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) por 100 millones de euros.

En concreto, se trata de la primera operación realizada dentro de la autorización adicional del 0,5 por ciento de déficit, tal y como se aprobó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de julio. El plazo de la operación es de 20 años, con cinco de carencia y con un tipo de interés inferior a la deuda española a cinco años.