Las diputaciones catalanas ven electoralismo en la intención de Rubalcaba de suprimirlas

Las diputaciones catalanas de Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida han achacado al interés electoral del candidato del PSOE a los comicios del 20 de noviembre, Alfredo Pérez Rubalcaba, que haya puesto sobre la mesa el debate sobre el futuro de las diputaciones al dudar de su utilidad al menos en la forma que están concebidas.

Para las cuatro diputaciones de CiU, el envite lanzado por Rubalcaba se debe únicamente a un interés electoral, y le han reprochado que lo ponga sobre la mesa ahora que el PSOE solamente preside ocho en todo el Estado y después de haber formado parte del gobierno socialista.

"Curioso que hasta ahora no lo haya descubierto", ha ironizado en declaraciones a Europa Press el presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve, sobre la oportunidad de la propuesta.

"Las declaraciones del señor Rubalcaba se han de enmarcar en un clima estrictamente preelectoral", ha coincidido el presidente de la Diputación de Girona y alcalde de Salt, Jaume Torramadé, y también en el mismo sentido se ha expresado en declaraciones a Europa Press el vicepresidente primero de la de Tarragona, Albert Vallvè.

Pese a que CiU, que desde las elecciones municipales preside los cuatro entes provinciales, defiende la división territorial de Catalunya en veguerías, comarcas y municipios --lo que supone la supresión de las diputaciones-- Barcelona y Tarragona han señalado que en un contexto de crisis estas administraciones "son más necesarias que nunca".

Esteve y Vallvè han defendido el papel de las diputaciones especialmente por los servicios que prestan a los municipios más pequeños, aunque han reconocido la necesidad de emprender reformas encaminadas especialmente a evitar duplicidades de gobierno.

El más crítico con el papel actual de las administraciones provinciales ha sido Torramadé: "Es una institución anquilosada, con unos planteamientos que no se adaptan a su tiempo", ha zanjado.

LLEIDA Y LA DEFENSA DEL ESTATUT

Por su parte, el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, ha tratado de eludir la polémica tras las declaraciones de Rubalcaba, y se ha limitado a constatar que la organización territorial que estipula el Estatut es la de municipios, comarcas y veguerías, y se ha comprometido a trabajar "por hacerlo posible".

En declaraciones a los periodistas antes de participar en la entrega de los Premios Canigó en la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) que se celebra en Prada de Conflent (Francia), ha recordado que la modificación de la organización territorial de Catalunya requiere modificar leyes orgánicas del Estado, lo que pasa obligatoriamente por un acuerdo con PSOE y PP.