Las primas de Naiara llamaron al 112 y confesaron los malos tratos
Iván Pardo es, según la Guardia Civil, violento, nazi y con antecedentes por robo. Su padre era también guardia civil del puesto de Sabiñánigo, y él es vigilante jurado. Naiara es la hijastra del hermano de Iván y vivía con sus primas, hijas de la hermana del presunto asesino. La vivienda es de la abuela de las niñas que tiene la tutela de dos de las pequeñas por problemas económicos de los padres. La madre de Iván estaba trabajando cuando sucedieron los hechos. Las dos primas han explicado que su tío encerró a Naiara en una habitación y oyeron sus lamentos. Según la autopsia la torturó y la golpeó hasta romperle el bazo y provocarle la muerte cerebral. Eran las 11 de la mañana. Cuando sus primas llamaron al 112 eran las 16 horas. Asustadas hablaron de accidente. Pero cuando detuvieron a Iván y confesó fríamente lo que había hecho, entonces las niñas se atrevieron a hablar. Las pequeñas han explicado que su tío le tenía mucha manía a Naiara porque era peor estudiante. La ponía de rodillas durante horas y la maniataba. Tenía una rotura de tibia sin diagnosticar. Ni los servicios sociales que las habían atendido por problemas económicos ni en el colegio se dieron cuenta. Todos echan balones fuera menos en la parroquia donde admiten que sabían que Naiara era maltratada por su tío. La Guardia Civil está indagando en los hospitales por si hay mas lesiones, no sólo de la pequeña asesinada. Buscan partes médicos de las tres niñas que puedan relacionarse con malos tratos. La abuela podría perder la tutela y a la vista de los errores que han podido producirse se dirimirán responsabilidades aunque la Subdelegación del Gobierno ha dicho públicamente que “nada ha fallado”. La guardia civil investiga si Iván y sus hermanos también sufrieron malos tratos de pequeños por parte de su padre guardia.