Sólo unas decenas de seguidores han acudido a las puertas del Calderón para protestar por el cambio del escudo y el nombre del nuevo estadio, el Wanda Metropolitano. Simeone, el entrenador del Atlético de Madrid, cree que los cambios son inevitables, aunque entiende que no todos estén contentos. Los socios se quejan que la decisión se ha tomado de forma unilateral.