Así consigue un quiropráctico que un bebé deje de sufrir un cólico

La pequeña Millicent, de cuatro días de edad, sufría de algo que muchos sufridos padres conocen: cólicos. Ni ella ni sus padres conseguían dormir ni descansar. El médico y quiropráctico Ian Rossborough consigue que Millicent deje de sufrir después de comer. Después de examinarle la boca, el paladar y las encías, la coloca boca abajo en sus rodillas y le cruje la espalda, algo que solo debe hacer un experto. El médico describe la presión ejercida sobre la médula espinar de la pequeña como la misma que podría tolerar un globo ocular. Al hacerlo, se oye claramente un crujido. Aunque la bebé llora en un primer momento, después se queda tranquila. El médico señala que una semana más tarde, Millicent se alimenta bien, está a gusto durmiendo boca abajo y duerme toda la noche. Un cambio radical.