La participación de David Menaza y Mónica Guerrero, 'La Virgen', en el concurso 'La Casa de tu Vida' destapó una caja llena de truenos que aún sigue resonando . Los enfrentamientos de la pareja derivaron, más tarde, en otros duelos entre David y Rufino, padre de Mónica. El último de ellos tuvo lugar en 'A tu lado', donde incluso tuvo que intervenir el equipo de seguridad para poder separarlos.
Rufino Guerrero dio el pistoletazo de salida a un nuevo cara a cara años después de ese brutal enfrentamiento, cuando en 'El Reencuentro' aseguró que no quería hablar de David "porque nos ha hundido la vida". Estas palabras llevaron al ex concursante a sentarse en 'La Noria' para asegurar que "entrar en la familia de Mónica era como entrar en una secta". Las declaraciones de uno y otro fueron suficientes para que ex yerno y ex suegro se vieran las caras de nuevo y finiquitaran sus cuentas pendientes.
'La Noria' fue testigo de este peculiar reencuentro, en el que hubo de todo menos palabras reconciliadoras. El primero en hablar fue Rufino, que dejó claro que David "no sabe lo que dice al llamarnos secta porque seguramente no sabe ni el significado de la palabra". David se reiteró en lo dicho, añadiendo además que si ahora podía hablar con libertad era "porque José Luis Moreno ya había sacado la mano de su culo y tenía voz propia".
La siguiente acusación fue de Rufino, que tras dejar claro que la primera vez que su hija Mónica le presentó a David, ya se dio cuenta de que no le gustaba como yerno. Según continuó contando, a la propia Mónica tampoco le gustó. "Aguantó porque le daba pena, por eso no hacía nada con él", dijo Rufino refiriéndose en sus últimas palabras a la castidad del noviazgo de la pareja.
David recordó que la supuesta ausencia de sexo que tanto vendió Mónica de plató en plató no fue tal. "De vez en cuando Mónica se agachaba al pilón", espetó. La cara de Rufino evidenció que no le había gustado nada escuchar eso, por lo que sin pensarlo le contestó: "Con esto demuestra que es un inmaduro afectivo, precisamente al decir eso pierde todo lo poco varonil que tiene, nadie que se sienta varonil puede decir esas barbaridades. ¿Cómo va a practicar mi hija sexo oral con él si no lo podía ni ver? Sólo han compartido las actividades domésticas".
El siguiente duelo tuvo como protagonista la palabra "mentiroso". David acusó a Rufino, Rufino acusó a David, para finalmente dejar patente que ambos habían practicado en más de una ocasión el arte del engaño para beneficiarse económicamente en televisión. El padre de Mónica recordó a su ex yerno el montaje que hizo años atrás cuando dijo en televisión que había querido suicidarse cortándose un dedo, montaje que reconoció David, pero que según él fue Mónica quien urdió.
David le recordó a su ex suegro las mentiras que vendieron al decir que su mujer y él se habían separado cuando en realidad continuaban viviendo juntos y muy bien avenidos o cuando decían estar arruinados y "tenían dos chalets y un coche recién comprado". Rufino se defendió rápidamente asegurando que "mi mujer y yo jamás hemos ningún montaje", aunque sus palabras no terminaron de convencer a los colaboradores presentes.
Rufino, dolido en su orgullo por lo que acababa de escuchar, salió por la tangente y gritó a los cuatro vientos que David es "un ingrato", ya que, aún sin gustarle para su hija, desde el primer día lo acogieron en su casa y le dieron todo lo mejor que tenían: "Eres una piltrafa humana, nadie querría estar a tu lado, eres una mala criada de una casa buena, que cuando la escuchan dice cosas malas de su dueño. Mónica no hubiera seguido con él aunque no hubieran ido a la tele, porque es un ser totalmente inútil".