Fermín y Vicente: dos consuegros, dos vidas diferentes
Dueño de un piso que no puede pagar y gestionando un bar que no funciona, Fermín buscará dinero para salvaguardar su hogar y su negocio. Dolido por el abandono de Estela, se obsesionará con salvar el matrimonio de Lola. Mientras vive en casa de su hija y Javi, aprovechará cualquier ocasión que se le presente para ligar. Su consuegro, Vicente, aguarda su final viendo la televisión en el salón de su casa y tomando cañas en el bar. La rutina de su vida se verá alterada cuando su vecina Fina se proponga convertirlo en su único amigo.
Antonio y Berta, felizmente reconciliados, viven un “dulce momento”
Comportarse como un marido ejemplar con Berta, recuperar la presidencia de Montepinar 7, boicotear la gestión de Enrique por mal amigo y devolver el esplendor a su imperio empresarial serán las principales prioridades de Antonio Recio. Tras la reconciliación, vuelve a convivir con Berta, que actualmente es propietaria del 50% de “Mariscos Recio” y que decide participar activamente en la toma de decisiones del negocio. Determinada a casarse por segunda vez con “su Antonio”, Berta planea organizar una boda por todo lo alto, iniciativa a la que se resiste el mayorista de pescado.
Fermín y Vicente: dos consuegros, dos vidas diferentes
Dueño de un piso que no puede pagar y gestionando un bar que no funciona, Fermín buscará dinero para salvaguardar su hogar y su negocio. Dolido por el abandono de Estela, se obsesionará con salvar el matrimonio de Lola. Mientras vive en casa de su hija y Javi, aprovechará cualquier ocasión que se le presente para ligar. Su consuegro, Vicente, aguarda su final viendo la televisión en el salón de su casa y tomando cañas en el bar. La rutina de su vida se verá alterada cuando su vecina Fina se proponga convertirlo en su único amigo.
La difícil convivencia entre Rebeca y Judith
Convivir con una amiga y verse fuera con sus respectivos ligues es la filosofía de vida que compartirán Rebeca y Judith, que además protagonizarán continuas discusiones y mutuas recriminaciones. La nueva faceta de Judith como madre soltera la situará en el centro de las críticas de los residentes más conservadores de Montepinar 7. Enamorada de Javi, al que considera su hombre ideal, encajará un duro revés tras la llegada de Lola y tratará de dinamitar la relación entre el primer mandatario de "Mirador de Montepinar" y la actriz. Rebeca, por su parte, se integrará en la actividad comunitaria del inmueble, acompañando a Judith a las juntas y convirtiéndose en la favorita de los vecinos por su eficacia a la hora de solventar los conflictos.
Raquel y Leo, los eternos singles
Encontrar a alguien especial que le permita dejar atrás su vida de single es el sueño que comparten Leo y Raquel. Él trata de poner fin a su soltería, pero no encuentra con quién y mientras tanto seguirá sacando de sus casillas a Amador. En su incesante búsqueda del príncipe azul, Raquel seleccionará a dos posibles candidatos: Jorge, el arquitecto que proyectó el edificio y con el que vivió un apasionado romance cuando trabajaba como jefa de ventas de la constructora; y Diego, empresario de éxito e hijo de Fina.
Nines y Coque consolidan su relación sentimental
Profundamente enamorado de Nines, Coque deja la caravana para irse a vivir con su novia al piso que ella comparte con su prima Raquel y con Maite. El portero es un padrazo con su hijo Toñín y además un fuera de serie en la cama, por lo que Nines ha decidido afianzar su romance con él. De mutuo acuerdo la pareja dará un paso adelante en su relación presentándose a sus respectivos padres. Mientras Nines sigue cobrando la pensión alimenticia de Antonio Recio, Coque se verá involucrado en numerosos conflictos comunitarios y sufrirá el azote de Doña Fina.
Los Cuquis luchan por recuperar la custodia de sus hijos
Maite cumpliendo condena en prisión por desfalco y fraude bancario y Amador sobreviviendo en los montes robando comida a los excursionistas: así inician los Cuquis una nueva etapa. Cansado de la vida nómada, Amador regresa a “Mirador de Montepinar” y se instala en la caravana de Coque, mientras su esposa sale de prisión con la ayuda de las chicas y decididos a recuperar la custodia de sus hijos, lucharán para conseguir un hogar y un trabajo estable que garantice la manutención de los pequeños. Para demostrar su solvencia laboral a la bella asistente social que lleva el caso, el Cuqui montará un puesto de salchichas en la caravana, mientras su esposa, a la que se le ha concedido el tercer grado penitenciario, trabajará como empleada doméstica de Nines y Raquel por un mísero salario.
El matrimonio de Javi y Lola entra en crisis
Abandonado por su mujer tras unirse a las filas de las FARC, Javi vive una situación límite. Debe hacerse cargo de su hija en solitario, recuperar la estabilidad económica y convivir junto a su suegro mientras ve estancarse su carrera como programador. La declaración amorosa de Judith le envuelve en un mar de dudas, que se agrava con el retorno de Lola. Arrepentida tras su aventura guerrillera en la selva colombiana, la actriz se propone recuperar el amor de Javi y tratar de convertirse en una buena madre. Para superar su depresión post-parto acude a terapia con Judith, mientras que sus inseguridades y el temor a caer en el olvido como actriz la llevan a engancharse al alcohol.
Raquel y Leo, los eternos singles
Encontrar a alguien especial que le permita dejar atrás su vida de single es el sueño que comparten Leo y Raquel. Él trata de poner fin a su soltería, pero no encuentra con quién y mientras tanto seguirá sacando de sus casillas a Amador. En su incesante búsqueda del príncipe azul, Raquel seleccionará a dos posibles candidatos: Jorge, el arquitecto que proyectó el edificio y con el que vivió un apasionado romance cuando trabajaba como jefa de ventas de la constructora; y Diego, empresario de éxito e hijo de Fina.
La difícil convivencia entre Rebeca y Judith
Convivir con una amiga y verse fuera con sus respectivos ligues es la filosofía de vida que compartirán Rebeca y Judith, que además protagonizarán continuas discusiones y mutuas recriminaciones. La nueva faceta de Judith como madre soltera la situará en el centro de las críticas de los residentes más conservadores de Montepinar 7. Enamorada de Javi, al que considera su hombre ideal, encajará un duro revés tras la llegada de Lola y tratará de dinamitar la relación entre el primer mandatario de "Mirador de Montepinar" y la actriz. Rebeca, por su parte, se integrará en la actividad comunitaria del inmueble, acompañando a Judith a las juntas y convirtiéndose en la favorita de los vecinos por su eficacia a la hora de solventar los conflictos.
El matrimonio de Javi y Lola entra en crisis
Abandonado por su mujer tras unirse a las filas de las FARC, Javi vive una situación límite. Debe hacerse cargo de su hija en solitario, recuperar la estabilidad económica y convivir junto a su suegro mientras ve estancarse su carrera como programador. La declaración amorosa de Judith le envuelve en un mar de dudas, que se agrava con el retorno de Lola. Arrepentida tras su aventura guerrillera en la selva colombiana, la actriz se propone recuperar el amor de Javi y tratar de convertirse en una buena madre. Para superar su depresión post-parto acude a terapia con Judith, mientras que sus inseguridades y el temor a caer en el olvido como actriz la llevan a engancharse al alcohol.
Enrique aprende a vivir solo
Sin Fran y Araceli a su lado, Enrique Pastor, deprimido y cansado de sus fracasos sentimentales, decide, aconsejado por su psicólogo, adentrase en la senda de la “soledad iluminadora”. Nunca ha estado solo en sus 55 años de vida y ahora tendrá que aprender a estarlo. Recuperar la autoestima y quitarse las compañías tóxicas serán esenciales en esta nueva etapa en la que, divorciado de Judith, compartirá con ella la custodia de su hijo Dylan. En el ámbito profesional, el concejal de Juventud y Tiempo Libre se convertirá en la mano derecha de la nueva e incompetente alcaldesa del Consistorio y en el plano personal la vida le sorprenderá con un romance involuntario.
Nines y Coque consolidan su relación sentimental
Profundamente enamorado de Nines, Coque deja la caravana para irse a vivir con su novia al piso que ella comparte con su prima Raquel y con Maite. El portero es un padrazo con su hijo Toñín y además un fuera de serie en la cama, por lo que Nines ha decidido afianzar su romance con él. De mutuo acuerdo la pareja dará un paso adelante en su relación presentándose a sus respectivos padres. Mientras Nines sigue cobrando la pensión alimenticia de Antonio Recio, Coque se verá involucrado en numerosos conflictos comunitarios y sufrirá el azote de Doña Fina.
Antonio y Berta, felizmente reconciliados, viven un “dulce momento”
Comportarse como un marido ejemplar con Berta, recuperar la presidencia de Montepinar 7, boicotear la gestión de Enrique por mal amigo y devolver el esplendor a su imperio empresarial serán las principales prioridades de Antonio Recio. Tras la reconciliación, vuelve a convivir con Berta, que actualmente es propietaria del 50% de “Mariscos Recio” y que decide participar activamente en la toma de decisiones del negocio. Determinada a casarse por segunda vez con “su Antonio”, Berta planea organizar una boda por todo lo alto, iniciativa a la que se resiste el mayorista de pescado.
Los Cuquis luchan por recuperar la custodia de sus hijos
Maite cumpliendo condena en prisión por desfalco y fraude bancario y Amador sobreviviendo en los montes robando comida a los excursionistas: así inician los Cuquis una nueva etapa. Cansado de la vida nómada, Amador regresa a "Mirador de Montepinar" y se instala en la caravana de Coque, mientras su esposa sale de prisión con la ayuda de las chicas y decididos a recuperar la custodia de sus hijos, lucharán para conseguir un hogar y un trabajo estable que garantice la manutención de los pequeños. Para demostrar su solvencia laboral a la bella asistente social que lleva el caso, el Cuqui montará un puesto de salchichas en la caravana, mientras su esposa, a la que se le ha concedido el tercer grado penitenciario, trabajará como empleada doméstica de Nines y Raquel por un mísero salario.
Los Cuquis luchan por recuperar la custodia de sus hijos
Maite cumpliendo condena en prisión por desfalco y fraude bancario y Amador sobreviviendo en los montes robando comida a los excursionistas: así inician los Cuquis una nueva etapa. Cansado de la vida nómada, Amador regresa a "Mirador de Montepinar" y se instala en la caravana de Coque, mientras su esposa sale de prisión con la ayuda de las chicas y decididos a recuperar la custodia de sus hijos, lucharán para conseguir un hogar y un trabajo estable que garantice la manutención de los pequeños. Para demostrar su solvencia laboral a la bella asistente social que lleva el caso, el Cuqui montará un puesto de salchichas en la caravana, mientras su esposa, a la que se le ha concedido el tercer grado penitenciario, trabajará como empleada doméstica de Nines y Raquel por un mísero salario.