Isabel, una chilena con un 'vozarrón' y un humor a prueba de bombas
MDSVID20121018_0188La actuación de Isabel
Con Bisbal y Rosario fuera de juego (con el grupo al completo y listos para la batalla), Isabel tuvo un reto algo más complicado que el resto de artistas. Aun así, la chilena brindó por los fracasos del amor interpretando una tremenda balada de Dyango, ‘Nostalgia’. Malú meditó con la mano sobre el pulsador, ya que, después de ella, su grupo quedaría cerrado.
MDSVID20121018_0192Malú elige a Isabel
Malú pulsó y pidió un aplauso por la artista con la que completaba su equipo. “Ya sé por qué lo cierro. Ya no le caben más”, comentó la cantante aludiendo a su voluminosa figura. La coach comento que “su tremendo torrente de voz le había jugado una mala pasada”, ya que desentonó cuando subía “a darlo todo”. Sin embargo, sabe que en Isabel hay materia prima y el resto “ya son matices”.
MDSVID20121018_0194Los comentarios de los coaches
Melendi se abstuvo de pulsar, explicó, “para no entrar en litigio con Malú”. La solista, por su parte, admitió que le ha costado más que nunca darle al botón, ya que con Isabel entraba de lleno en la siguiente fase del concurso. Allí sus artistas demostrarán de verdad lo que valen. “Ahora ya, a muerte a por las batallas”, comentó la coach.
MDSVID20121018_0186Isabel, con su familia
Su marido Carmelo y su perro, Lia, la acompañan en esta aventura musical. Isabel dejó Chile por amor y se vino a vivir con su hija de 12 años a O Grove, en Pontevedra, el pueblo de su ahora esposo. “Escuché su voz y fue mi perdición”, comenta él. Isabel asegura que se le caen las lágrimas cuando la oye cantar.
MDSVID20121017_0090Isabel, con Tania
Yuri, teclista de ‘La voz’, recuerda bien la actuación de Isabel (y así se lo contó a Tania). Al parecer, se creó un química tan especial mientras ella cantaba y él tocaba que, al final, la artista le declaró su amor. Sin embargo, la enamoradiza cantante está casada con Carmelo, un gallego al que conoció en un chat de Internet. Carmelo no es celoso, pero ella protege a su hombre con uñas y dientes. ¡No dejaba que Tania lo rozase siquiera!