Hace tan sólo tres días que la Fiscalía General de Portugal ha archivado la investigación por falta de pruebas y Amaral presenta hoy el ejemplar de su libro en el que anuncia haber vertido revelaciones únicas.
El inspector afirma que Madeleine falleció en el apartamento la noche del 3 de mayo de 2007. La teoría que maneja Amaral es que la niña murió al caerse del sofá y sus padres se deshicieron del cuerpo. El hecho de que no haya aparecido el cuerpo se deduce que fue ocultado. Según Amaral hay testigos, un grupo de turistas irlandeses, que dicen que vieron a una persona transportando el cuerpo y según uno de esos testigos esa persona podría ser el padre de Madeleine.
Otra de las hipótesis que se incluye en el libro es que el cadáver de la niña pudo estar congelado. Algo que según el autor se desprende de los resultados obtenidos tras la intervención de los perros de la policía inglesa, especialistas en detectar sangre y cadáveres. Estos animales encontraron restos de sangre en el maletero del coche alquilado por los McCann.
La reacción de los McCann ante la noticia de la publicación de esta investigación ha sido inmediata. Clarence Mitchel, portavoz de la familia, recalcó que sus abogados estudian el libro para determinar las acciones legales a seguir en caso de que el texto dé a entender de alguna manera, ya sea directa como indirectamente, que los padres de Madeleine están detrás de la desaparición de su hija o de haberla producido algún tipo de daño.