Ana Obregón y Javier Rigau

telecinco.es 14/02/2008 11:07

La bióloga, presentadora, escritora, actriz, guionista... vamos, nuestra polifacética Ana Obregón, luce ya nuevo acompañante. El chico no es otro que Javier Rigau, empresario asiduo a las fiestas de los Grimaldi en Montecarlo, y famoso por haber anunciado su boda con la veterana actriz Gina Lollobrígida. Un enlace, que por alguna extraña razón que no conocemos, no llegó a celebrarse nunca. Pero sabiendo de la debilidad que el catalán siente hacia las señoras maduras, no nos extrañaría nada que esta amistad con Ana acabara afianzándose.

A estos amigos les unen varias cosas; el lema de 'el amor no conoce edad', y su interés hacia el Principado de Mónaco, no hay que olvidar que las malas lenguas aseguran que 'la Obregón' pretendió, incluso persiguió, durante un tiempo al entonces príncipe Alberto.

La pasada semana la presentadora nos sorprendía al emitir un comunicado en el que explicaba que "me veo obligada a confirmar que he decidido finalizar mi relación sentimental". La cosa quedaba clara; ella, y sólo ella, había puesto fin a la relación con Darek, dios de la belleza por excelencia.

La bióloga ha declarado que "me he quitado un peso de encima y estoy superfeliz". Sí, pero ¡qué peso!. Yo estaría más feliz con 'ese peso' encima. ¿De cuánto hablamos? ¿de 90 kilos? ¡Pero qué 90 kilos tan bien repartidos! El polaco tiene de todo, y todo en su sitio.

Sólo unos días después de tan esperanzador anuncio de ruptura, especialmente para damas solteras, los fotógrafos sorprenden a nuestra 'Anita' con Rigau. Ella tan discreta como siempre; de un brillante rojo pasión que deslumbraba a quien se cruzaba a su paso. Y sonriente, muy sonriente, haciendo suyo el "dientes, dientes" de la Pantoja. Al lado el empresario, rancio como el tocino de la despensa de Marujita Díaz. La revista ¡Hola! ha tenido la simpática idea de publicar la foto de la pareja junto a una imagen del pasado, en la que la bióloga pasea con el polaco. Las comparaciones siempre fueron odiosas, y en este caso más que nunca. Eso sí, debemos reconocer que este treintañero hace parecer a Ana más joven.