Después de pasar parte de la noche en la comisaría de Moratalaz y más tarde en el hospital Gregorio Marañón, Andrés Pajares abandonaba los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid tras prestar declaración judicial.
La jueza de instrucción ha ordenado su libertad con cargos acusándole de un delito de amenazas y dos faltas de lesiones por amenazar con una pistola simulada y agredir a los empleados del bufete de abogados.
También la titular del juzgado ha dictado medidas cautelares contra el actor, una orden de alejamiento. Andrés Pajares no podrá acercarse al despacho de abogados a menos de 500 metros.
Los hechos ocurrían sobre las 12.45 horas del martes, Andrés Pajares entraba disfrazado con una gorra y bigote postizo en el bufete Castellana Abogados, en la calle Rafael Salgado, cerca del estadio Santiago Bernabeú.
El actor muy alterado amenazaba con una pistola falsa a los empleados del despacho, a continuación rociaba con spray antiviolador y golpeaba con el arma a la dueña del bufete. Rápidamente acudía la Policía que detenía y trasladaba al actor a la comisaría de Chamartín.
En todo momento ha recibido el mismo trato que cualquier detenido, hasta ha compartido calabozo con otros presos a la espera de prestar declaración judicial.