Aunque la entrada puede ser un mero accidente deportivo, Sergi no lo ha entendido así y ha denunciado a César: "Estábamos jugando y por detrás he notado cómo me clavaban el pie". Por su parte, César ha reconocido la dureza de su entrada futbolera: "Tiene que estar molesto y tiene motivos porque sabe que he sido yo el culpable de la lesión". Pero Sergi está enfadado y desconfía: "Yo no hubiese puesto en peligro la prueba de otro compañero y más cuando en este programa tenemos que hacer pruebas físicas conjuntas".
Los defensores de cada uno de ellos han opinado en el programa sobre la posibilidad de que César sea el infiltrado. El hermano de César tiene claro que aunque es competitivo y pura adrenalina, no es ni podría ser el topo: "Mi hermano está fuertecito -¡más apretao que los tornillos de un submarino!-. Y lo que ha pasado es norma, porque vais a ver que está metido siempre en todos los fregaos. Es muy participativo y competitivo. Pero creo que no es el Topo porque se le notaría demasiado. ¿Inteligente? Tonto no es pero creo que se le notaría".
Sergi, el rival directo de César
Por su parte Gerard, el amigo de Sergi, sólo tiene claro que sea o no el Topo, la entrada ha sido durísima: "Sin duda, tarjeta roja y expulsión. Hombre, yo creo que ha sido una entrada dura y ya está".
En todo caso, tanto César como Sergi han salido beneficiados de este incidente. Sergi, al estar lesionado, ha sido indultado por sus compañeros para no participar en el reto individual. Es decir, no ha tenido que participar en la prueba donde el primero que llega es indultado y el último pasa a ser directamente uno de los dos acusados que al final del programa podrán ser expulsados. Por su parte, César, ha sido el ganador de la prueba y por tanto, automáticamente indultado también. Como su compañero estaba lesionado, no ha tenido que competir con el más fuerte de los concursantes, aunque ha querido dejar claro que lo quiere pronto recuperado. "Sergi es un rival fuerte pero yo quiero a los fuertes a mi lado".
Ana se desmaya y siembra dudas
El primer reto, el del botín, ya ha resultado polémico. El grupo debía llegar donde Pineda se encontraba, en el Sky Tower de Sidney, y subir unidos por las muñecas las cientos de escaleras que existen hasta la azotea. Los 15 concursantes han conseguido los 10.000 euros en juego, pero la primera duda está sembrada: Ana se ha desmayado y nadie tiene claro si ha sido fingido o real.
Ella ha recibido sonriente las primeras sospechas de ser 'El Topo'. "No sé qué decir. Mi cuerpo me falló... ni siquiera lo vi venir", se ha limitado a decir cuando Domenjó, desde el plató de Madrid, la insistía sobre la veracidad del asunto.
Más tarde, en un vídeo, la joven catalana se explayaba: "Estoy decepcionada conmigo misma, si he decepcionado a mis compañeros lo siento, pero lo importante aquí soy yo. Tampoco voy a hacer un drama, yo no lo planeé".
Pedro, poco solidario, en la cuerda floja
Por su parte Pedro se ha mostrado muy molesto por ser blanco de las críticas. En la misma prueba del botín en la que debían 'trepar' la Sky Tower, vio que Ana se desmayaba y sus compañeros consideraron que no se había preocupado en ayudarla.
Así de sensibles las cosas, él se defendía: "No sé por qué dicen ellos, en todo caso, sólo Ana sabe lo que yo le he ayudado o no". Los ánimos se calientan y los concursantes están ojo avizor. ¿Quién protagonizará la siguiente sospecha?